Y salió pero con la bolsa

Esta historia ha dado que hablar, pero todavía no ha llegado a la categoría de escándalo financiero nacional. Al tiempo. Gescartera y Fórum Filatélico le precedieron. Tan sólo algún medio generalista orientado por afines con ganas de vendetta y un programa televisivo de esos de las vísceras, se han ido haciendo eco de la lenta caída del Grupo Herrero Brigantina, o para ser más exactos, de Juan González Herrero.

Hace justamente un año en Valencia se celebraba el Summit International Financial, en el cual se congregaba todos los conmilitantes de la firma intermediadora de seguros primero, comercializadora de productos financieros después. El copatrocinio del Valencia Fútbol Club, hotel de lujo para los vips y famosos intervinientes, más corriente para la plebe, pero todo una puesta de escena en los que, lo reconozco, se nos contrató a distintos profesionales y técnicos de la comunicación corporativa. Y entre influencer y famosos de la oratoria empresarial, salta la noticia: Herrero saldrá antes de que termine el año en bolsa. Toma Geroma, pastillas de goma. Tenemos titular. Y todos nos lo creímos. O no. De momento, 55 millones de euros de facturación en el 22 y un beneficio aproximado de 5 millones, según la intervención del “Andy García de las finanzas”, según se autotituló en un publirreportaje en la cada día menos prestigiosa revista Forbes España. Curioso, la grabación de esa intervención desapareció de la web habilitada al efecto del congreso, perdón, Summit que esto es marketing, dos días después.

Doce meses después el cuento se acabó. El príncipe de tupé implantado era una rana, la princesa, Kelly doblemente, me reservo el calificativo. Los casi 300 empleados despertaron de la hipnosis colectiva, los socios se espantaron o pelearon y la verdad poco a poco se imponía derribando un escenario de cartón piedra construido como una telaraña financiera y societaria durante más de diez años. Todo control oficial ha fallado aquí. Se habla de 15 a 25 millones presuntamente desaparecidos. Todos, de una forma o de otra, hemos sido engañados. Cientos de familias se quedan sin empleo, otras tantas sin ahorros y mientras tanto el “oráculo” y su vestal siguen disfrutando de las mieles del Olimpo impunemente causando sonrojo al común de los mortales. No es hora de lamentos, es tiempo de reclamar justicia y restablecer el honor a los inocentes.

ABC

Imagen: web Herrero Brigantina