Una legislatura difícil

Desde que hace tres años los resultados en las urnas diesen con una fragmentación del voto tan grande en la historia de la ciudad de Ponferrada se sabía que iba a ser una legislatura llena de incidencias. Los ponferradinos hablaron y dijeron que el PP gobernase pero sometido a pactos y a una debilidad de mayoría minoritaria. Esa es la única realidad incuestionable.

En el PP el desgaste está siendo grande. Han recibido una herencia envenenada de sentencias y de contratos mal tramitados que no hacen más que abrir cajones y saltar bombas burocráticas, legales y…económicas. Así se hace casi imposible gobernar o llevar a cabo un proyecto con rectitud. Dos concejales ya han desistido. La última Amparo Vidal, mano derecha sobre el organigrama del Gobierno local.

En el PSOE hemos visto la marcha de Ángela Marqués como portavoz y cabeza de lista para dar paso a Olegario Ramón, un perfil bajo que está subiendo enteros por su discrección y buen tino en su tarea de oposición.

En USE la defensa numantina de todo lo hecho cuando gobernaban y la carencia de compañeros de viaje hacia una moción y auparse en la Alcaldía hace que este grupo vaya perdiendo protagonismo con el paso de los meses.

Ciudadanos es socio de gobierno, pero sus salidas contra el PP a veces les muestra como oposición antes que gobierno.

Coalición por el Bierzo es socio de Gobierno y uno de los que llevan una trayectoria más clara y que rentabilizará si sigue así.

IU ha vivido cambios en sus integrantes de grupo en el Ayuntamiento con escándalo de acoso incluído.

Restan tan sólo 11 meses para unos nuevos comicios y, salvo que las cosas cambien mucho, cosa que no parece. Gloria Fernández Merayo habrá resistido lo que nadie creía que podría y tan sólo los ciudadanos desean comprobar que haya logros en todos los temas trabados sine die.