Un pacto con manual

Albricias. Ya tenemos fechas de formación de Gobierno de la Junta de Castilla y León o al menos, a la hora de escribir este artículo, la Mesa de las Cortes ya barajaba un firme calendario. El alumbramiento ha sido largo, tenso y, desde fuera, tedioso.

 

No sabemos, salvo la distribución clara de cargos, el contenido de los mismos. El organigrama está claro, pero las competencias necesitan un manual de instrucciones para aclararse. Lo que denota que en los puntos donde se llegaba a un punto muerto se ha optado por compartir, o mejor dicho, repartir responsabilidades. La sensación es en primer lugar, de satisfacción por lograr ponerse de acuerdo, tal y como dictaban los resultados electorales, es decir, lo que le pedía la sociedad a nuestros políticos. Pero en segundo lugar, Vox ha mostrado un afán de acaparar muchos más cargos y responsabilidades que Ciudadanos. No. Si al final Igea iba a resultar con sus exabruptos un mejor compañero de viaje gubernamental. A este paso parece que algunos se esfuerzan porque eso se cumpla.

Alfonso Fernández Mañueco

 

Después de la proclamación de Alfonso Fernández Mañueco, de los abrazos y las felicitaciones vendrá la hora de la verdad, esto es, el día a día, será entonces cuando se vea si el programa de gobierno casa, si los cargos se aclaran y si la administración autonómica no pierde el ritmo de trabajo de estas últimas décadas.

 

Mucho se habla de “recuperar la soberanía” en temas como la Agricultura y el sector primario, tan importante para Castilla y León y que han hecho de él una debilidad cuando debía de ser una fortaleza. La postura de Madrid ante Bruselas no ha sido precisamente la mejor para el campo castellano y leonés que ha salido muchas veces limitado, sino reducido en cuanto a su capacidad económica. En otras áreas, fortalecer a Castilla y León como primer destino de interior que ya lo es y que no pueden otras regiones arrebatarnos. El patrimonio monumental y la historia que atesoramos debe y tiene que relanzarse frente a otros puntos de la geografía española. Y por último, nuestra industria, poca y focalizada en el eje Valladolid-Burgos dejando un tanto a Palencia de paso algo en esa modernización. Le “toca” por hablar en Román paladino, el turno al maltratado oeste de la región.

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