Un arcano en el campanarrio, Chana de Somoza

Los enigmas de la Somoza suman una larga lista de acontecimientos que se suceden en lugares , a veces , donde se posan los vientos .

Cuál veleta , se asoma en sus alturas , esta curiosa talla de piedra encumbrando la espadaña De la Iglesia de Chana de Somoza.

Su particular forma nos invade aún más en la incógnita, pareciendo representar algún arcano de los tiempos.

Según alguna hipótesis sobre su pronta representación artística, tiene un ligero parecido, con las Águilas imperiales que coronaban los estandartes de las Legiones Romanas .

Lo cierto es que , observándola con más determinación , puedes ver o imaginar diferentes formas.

En tiempos remotos, Chana de Somoza, fue lugar de cantería , como así lo reflejan las numerosas construcciones y esa alquimia representada por cada rincón de sus casas .

Y teniendo en cuenta su maestría con el arte de la piedra , esta talla singular, puede pertenecer a uno de ésos trabajos artísticos antiguos.

En su forma espacial , a mis ojos , parece tener forma de cruz , aunque si hago una observación más exhaustiva , tiene todo el aspecto de haber pretendido tallar una campana .

Sea o no una cosa u otra , aparece dentro de un marco enigmático con sus próximos petroglifos y su Castro Prerromano ,gobernado por el mítico monte Teleno.

Y de misterio ,también goza el campanario ,

portando una de las costumbres más curiosas de la antigua Somoza.

EL DÍA DE LA TRUENA

Al abrigo de las costumbres más remotas y creencias, acampan los temores y se acomodan en la conciencia de los hombres , que aferrados a ellas se enfrentan al mal ,haciendo rituales cuando se desatan las tormentas.

Para lograr aquellos fines , en algunos pueblos Maragatos , en días de tormenta, se plantaban en las puertas de sus casas , con una cruz en la mano , y quién no tuviese cruz , bastaban dos palos que cruzaban con las manos.

Otros, con creencias más singulares, creían poseer el control sobre las fuerzas maléficas.

TOQUE DE CAMPANAS

Desde primero de Mayo hasta fin de Septiembre, a diario , a medio día y por la mañana , se repique a truena , aunque no esté nublado .

El día que hubiese tormenta y amenace tempestad , se toque a todas horas , hasta que se extinga.

El que no cumpla esta obligación, cuando le toque , pague la pena de dos reales.

Y cualquier mozo que viera al señor cura conjurando la truena, tiene la obligación de acompañarle , por si no se atreviese a estar solo pidiendo a Dios que aplaque su ira .

    Isasy Cadierno