Todos fachas

Al parecer, la gran mayoría de los habitantes de Castilla y León por lo menos, sin exagerar ni un ápice, somos fascistas. Al menos así nos califican las fuerzas políticas de la izquierda, la moderada y la ultra. Entendemos que los marxistas de nuevo cuño ocultos en siglas distintas, técnicas de manipulación de opinión pública más sutiles, pero en definitiva, neocomunistas; entendemos que nos tachen a gran parte de la población así, aunque no sea verdad ni por asomo. Es lo que tiene vivir con la venda puesta en los ojos y la ira en el alma. Nada bueno esperamos por ese lado. Sí en cambio, pediríamos a la izquierda más moderada una vuelta a su papel dialogante y constructivo como lo fue en muchos temas de Estado durante los largos gobierno de Felipe González a quien, por cierto, le han dejado muy atrás, así como a la socialdemocracia que triunfó en toda Europa especialmente en Suecia, Francia y Alemania. Pero ese socialismo está secuestrado por sus actuales dirigentes.

HERAS

Pues sí, a muchos de nosotros nos gusta la Semana de Pasión. Somos costaleros, cofrades, hermanos, manolas, rezamos, vivimos con emoción estos hermosos días en que se resume la vida y papel principal de un tal Jesucristo. Nos gusta ver las hermosas tallas con que cuenta Castilla y León recorriendo lentamente nuestras calles y plazas. El lambrión chupacandiles de Ponferrada, el Marlú de Zamora y así tantos y tantos personajes y tradiciones centenarias más. Ahora va a resultar que «matar judíos» es faltar al respeto a los sionistas, que las torrijas no pueden rivalizar con MacDonals y similares, las peladillas o las pipas en las largas esperas de vigilia o que la riqueza material que generan estos días en nuestra economía tiene color político, son cosas de fascistas. Pues va a resultar que como no pensamos como una minoría ruidosa y poderosa todos somos fachas. El esperpento que bien retrató Valle Inclán no nos abandona. Pobres los aficionados y la cultura e industria taurina. Yo no soy aficionado a este arte tan hispano, pero ya me imagino la persecución de animalistas y terroristas en las redes públicas. Fachas, más que fachas.

En ABC