Tiempo de tormentas

La vuelta al cole, como reza el eterno eslogan publicitario, pocas veces se ha presentado en la historia reciente de España tan agitada. A nivel nacional, la imagen impactante de la vicepresidenta en funciones del Gobierno con el fugado independentista catalán, omito a propósito los nombres, presagia un futuro negro para todos aquellos que creemos en la unidad de España y no esperamos nada bueno de los extremos, en este caso de la izquierda más ultramontana. Que el futuro de nuestra nación esté, por arte de la ley electoral del 78, en manos de quienes están en contra de la propia Constitución y de la misma concepción actual del Estado, lo dice todo.

Hay quien hace un periodismo de peloteo y amiguismo, sin comprometerse con nada ni nadie, quizás es la postura más inteligente, pero el periodista no vino aquí para hacer amigos, sino para contar lo que pasa o lo que piensa, en el género de opinión, con sus dudas, sus errores y sus aciertos.

 

El viento regional viene favorable al PP, las victorias coaligadas como en Castilla y León han marcado tendencia nacional. Sin embargo, el PSOE sigue dividido en dos, en el denominado sanchista y en la social democracia que tanta estabilidad y progreso dio a este país. Sólo hay que escuchar a determinados barones socialistas y antiguas figuras para darse cuenta del nuevo PSOE que gobierna el partido. Se avecina un Ejecutivo multicolor, un nuevo Frente Popular en términos guerracivilistas, ahora que está de moda la memoria democrática, la histórica y la de cada uno de nosotros.

No deja de sorprendernos la Diputación de León. Defenestrado del Consejo Comarcal del Bierzo, Gerardo Álvarez Courel, ha resultado ser presidente de la principal institución leonesa gracias al voto leonesista. Dos rápidos análisis brotan, a saber, cómo en el socialismo leonés se puede subir y bajar peldaños en 48 horas según el bando al que pertenezcas y el poder de la UPL tan grande como para vetar al anterior presidente de la Diputación, Eduardo Morán, quien ha tenido un reconocimiento general, salvo en las dos o tres personas importantes de su propio partido. Y por último, el PP de Ester Muñoz, perdida la Diputación por la UPL, salió finalmente victoriosa internamente.

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