Hace dos semanas estábamos celebrando en Ponferrada y Bembibre la fase de ascenso a LEB Plata; un evento que mejor no pudo salir: Ciudad de Ponferrada consiguió certificar el salto de categoría en tres vibrantes partidos y, lo más importante, delante de su afición, que estuvo volcada, que superó el millar de espectadores (faltaron muy pocos huecos para llenarse el “Bembibre Arena” en el partido decisivo) y que convirtió los pabellones en calderas.
Para los que hemos formado parte de este club y los que lo llevamos muy dentro de nosotros, supusieron tres jornadas muy emotivas y el sábado 18 de mayo, después del partido contra Marbella, andábamos unos cuantos deambulando por el parqué, sin terminar de creérnoslo y repartiéndonos abrazos. Y todos coincidíamos en que se había vivido algo mágico, que desde aquella eliminatoria del JT contra Aracena (20 años antes) no se había vivido algo parecido y que había costado mucho resucitar la afición por el baloncesto masculino en la comarca.
Pues bien, han pasado dos semanas y ahora el club está metido en otra batalla más importante que la deportiva: la de encontrar y garantizar los recursos económicos para inscribir al equipo en LEB Plata. A día de hoy las cosas están muy complicadas y todos debemos ser conscientes de ello. Y es ahora cuando Ponferrada y la comarca del Bierzo (afición, empresas e instituciones) deben demostrar si realmente desean baloncesto profesional. Tienen que implicarse las tres partes, ya que sólo con que falle un componente de la ecuación, el equipo no puede permitirse el ascenso.
La categoría es muy costosa y no es el coste de la plantilla lo que más lo encarece. Estamos hablando de cuotas federativas, aval y arbitrajes mucho más elevados que en Liga EBA y la previsión de viajes es la siguiente, si contamos con que todos los equipos que tienen derechos deportivos se inscriben: Una primera fase con un viaje a Zamora, otro a Burgos, uno a Santander (370 km. desde Ponferrada), seis viajes a País Vasco, Navarra y La Rioja (desplazamientos todos ellos entre 400 y 500 kilómetros), un viaje a Morón de la Frontera (800 kilómetros) y otro a Algeciras (900 kilómetros).
Posteriormente, en la segunda fase y en función de tu clasificación te cruzas con seis equipos del este de España y con sus correspondientes desplazamientos. Geográficamente Ponferrada es la localidad más al noroeste de todos los participantes y va a ser el que más gaste en desplazamientos.
LA HORA DE QUE TODOS DEMOS LA TALLA Y QUE ASISTA QUIEN PUEDA A LA REUNIÓN DE ESTE LUNES, 3 DE JUNIO.
Coincide que toca “año electoral” y hay que renovar la Junta Directiva de Ciudad de Ponferrada. El club ha publicitado el calendario y si hay una sola candidatura (opción más factible), el 14 de junio ya estaría proclamada, mientras que, si hay más de una, las elecciones serían el día 28, a pocas fechas de acabar el plazo de inscripción en LEB Plata.
La realidad es que la Junta Directiva actual está deseando que haya alguien dispuesto a dar un paso al frente para cederle el mando del club, aunque no van a dejar un “vacío de poder” y continuarían si no hay una alternativa seria. Sin embargo, han aprovechado la situación para convocar una reunión para este lunes, informando a los socios de esta convocatoria de elecciones, pero también a las claras del coste que supone salir en LEB Plata y lo difícil que está.
Es la hora de “mojarse” y es muy importante que quien pueda asista a esa reunión, que se celebrará este lunes, 3 de junio, a las 20:30 h. en el pabellón “Lydia Valentín”. En los últimos días muchos aficionados me han trasladado el mensaje de que hay que hacer un esfuerzo, que es ahora o nunca y que si no se sale en Plata va a suponer un golpe tremendo para la afición al baloncesto masculino del que será muy difícil recuperarse.
Estoy completamente de acuerdo… Por eso es ahora cuando todos tenemos que demostrar hechos.
La actual Junta Directiva ha demostrado una gran capacidad y solvencia de gestión, además de atraer empresas patrocinadoras. No creo que haya nadie capaz de hacerlo mejor y seguirán tocando puertas para generar recursos, por lo que es la hora de ver si las empresas responden. No se trata tanto de generar un “gran patrocinio” como de conseguir varios pequeños y medianos. Ojalá hubiese 20 empresas como “Bierzo Fitness” o “Dentomedic”.
La afición tiene que responder igualmente, y eso supone hacerse socios y, si se es, asumir que esta categoría va a suponer un incremento del precio del carnet. El hecho de tener muchos espectadores en la fase de ascenso no supone que se vaya a tener durante la fase regular en LEB Plata, y si hablamos de uno o dos centenares de media, ello supondría la ruina económica.
Y por último está el papel de las instituciones, alguna de las cuales sólo se ha sabido de ella a la hora de salir en la foto del ascenso. No es una situación fácil; acabamos de pasar unas elecciones municipales con un presumible cambio en el equipo de gobierno y los plazos para constituir el ayuntamiento van en contra del club a la hora de saber quién es el interlocutor con el que hablar, más sabiendo que a principios de julio finaliza el plazo de inscripción.
A día de hoy Ciudad de Ponferrada ha reducido mucho su dependencia de las ayudas municipales y aumentado sus recursos propios, pero es muy probable que necesite un “colchón” institucional. Si no es posible, habrá que asumir que seguramente no se pueda salir en LEB Plata.
SALIR EN PLATA CON GARANTÍAS, NO CON PROMESAS
No quiero caer en el estereotipo de que “no hay que fiarse de las promesas políticas en caliente”. Hay de todo y a lo largo de los años hubo quien cumplió con su palabra, pero también quien “se olvidó” rápidamente.
Uno de los errores que asumo que cometimos cuando estaba en la junta directiva y subimos a Liga EBA en el año 2007 fue fiarnos de instituciones y supuestos patrocinadores que hicieron promesas en caliente. Al final, haces números y te da miedo dar un paso atrás, renunciando, y cuentas con las promesas a la hora de los ingresos.
Recuerdo esa temporada como la que se pasó del “voy a potenciar el baloncesto” al “yo no meto las canastas ni soy responsable de los problemas del club”. Y a la hora de comprometerse no es sólo en dinero, si no también en facilitar las cosas; y recuerdo esa temporada como la que nos quitaron más horas de entrenamiento, teniendo que ir unas cuantas veces al “Álvaro de Mendaña”, al gimnasio del colegio de La Placa o incluso a un pabellón de Cortiguera que ya estaba en estado de abandono.
También recuerdo a algún empresario que se infló a decir “voy a hacer” y acabó por incumplir sus promesas.
Por eso, cuando hay gente que dice que “hay que asumir riesgos”, hay que tener mucho cuidado y si no que se lo pregunten a Agustinos. Los leoneses también pensaron que el salto a LEB Plata era imprescindible para su crecimiento como club, y la aventura de dos temporadas supuso un importante agujero en sus cuentas, reconociendo que al final la afición había respondido menos de lo esperado, al igual que instituciones y empresas.
Estoy convencido que Ciudad de Ponferrada no puede salir en la categoría a no ser que tenga compromisos firmes, a ser posible por escrito, y si se asumen riesgos que sean los mínimos. Me tranquiliza saber que esta junta directiva no va a dar saltos al vacío.
Y es que seguramente renunciar a LEB Plata supondría un tremendo varapalo. Pero a lo mejor el club tiene que replantearse su filosofía y centrarse en su labor de cantera y de ofrecer un servicio a los jóvenes de la ciudad y la comarca. Eso siempre es mejor que una aventura sin garantías que aboque a la desaparición y a que los directivos tengan que responder a deudas con su patrimonio personal. Llamadme tremendista pero desgraciadamente en baloncesto precedentes los hay y muchos.
No quiero terminar dejando un sabor tan pesimista. El mensaje final es que aún hay tiempo, pero que si realmente queremos baloncesto profesional masculino en nuestra comarca, es la hora de demostrarlo.
Rubén Fernández Sánchez
(Socio número 4 y miembro durante varios años de las Juntas Directivas del CB Ciudad de Ponferrada).