Ponferradinas, Ponferradinos, me dirijo a vosotros por primera vez como alcalde de esta gran ciudad, pues vosotros decidisteis el pasado 26 de mayo que yo os representara en este puesto y es para mí un gran honor hacerlo. Un gran honor que conlleva una gran responsabilidad, la responsabilidad de unir a todos en torno a este proyecto común que es Ponferrada. No debemos ni podemos quedarnos atrás.
Los cambios que está experimentando nuestra sociedad en todos los niveles nos obligan a realizar un gran esfuerzo colectivo para no perder un tren que tal vez no pase una segunda vez ante nosotros. Sin embargo, aunque muchos sean pesimistas al respecto, yo estoy convencido de que Ponferrada tiene un gran futuro por delante. Confío en ello porque confío en sus gentes, en mi gente, en la gente que quiere seguir manteniendo su compromiso con esta tierra y que tanto ha sufrido en el pasado para llegar hasta aquí. Creo que nos merecemos ese futuro, pero no debemos olvidar que nadie va a venir a regalarnos nada.
Tenemos que trabajar y luchar juntos por construir entre todos la Ponferrada que queremos para nosotros y para las generaciones futuras. Nadie puede hacerlo por nosotros, es tarea nuestra, es nuestro compromiso. En ese sentido, las Fiestas de la Virgen de La Encina son la mejor ocasión para demostrar nuestro respeto a los demás y nuestra voluntad de convivencia. Al margen de creencias, la Virgen de la Encina es un símbolo de lo que somos y de lo que queremos ser: una sociedad pacífica, trabajadora, comprometida, solidaria y dispuesta a afrontar los retos con optimismo y con la decisión inquebrantable que ya hemos mostrado durante siglos.
Este mandato municipal recién comenzado y que me ha tocado encabezar o capitanear tiene que ser el mandato del diálogo, de la tolerancia y del respeto, pero sobre todo el mandato de la unidad de acción para poner en marcha las grandes transformaciones que tiene que acometer Ponferrada si no quiere perder el tren del futuro. Con la ayuda de todos hemos de construir una Ponferrada más accesible, más sostenible, más abierta a las nuevas tecnologías de la comunicación en todos los sectores: en el de la movilidad, en el de la salud, en el de la tercera edad, en el de la educación, en el de la vivienda, en el de la cultura, en el de la eficiencia energética, en el del comercio y la industria y también en el del ocio. En fin, una transformación continua y profunda que no se va a lograr en uno ni en dos años, pero que tenemos que empezar a realizar de forma inminente.
Todos vosotros, así como las personas que nos visitan durante estos días festivos podrán comprobar que se están ejecutando algunas obras en la ciudad, con las molestias que ello pueda comportar para todos y por las que pido disculpas y paciencia, porque se trata de obras de urgencia que es imposible retrasar más. Por último, quiero que todos disfrutéis de esta ciudad tan hermosa que es Ponferrada y de las diversas ofertas de ocio, música, cultura, deporte y diversión que ofrece con motivo de las Fiestas Patronales.
Es tiempo de reencuentro de familiares y de amigos, de recordar a los que ya no están, aunque siguen con nosotros, pero ante todo es tiempo de divertirse como niños, como el niño que todos nosotros somos y para quien la diversión es algo muy serio.
Ponferradinas, ponferradinos, felices fiestas. ¡Viva Ponferrada! ¡Viva la Virgen de la Encina!
Olegario Ramón Fernández
Alcalde de Ponferrada