Buenos días, Alcaldesa de Ponferrada, Subdelegada del Gobierno de España, Consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Vicepresidente de la Diputación para El Bierzo, Alcalde de Vega de Espinareda, resto de alcaldes/as, concejales/as, consejeros/as comarcales, representantes de las instituciones políticas, eclesiásticas, civiles y militares, amigas y amigos:
Muchas gracias por acudir a la invitación del Ayuntamiento de Ponferrada y del Consejo Comarcal para conmemorar el quincuagésimo noveno Día de El Bierzo. Una jornada en la que los pueblos bercianos y sus gentes celebramos nuestra identidad y profundo amor por esta tierra. Una fecha festiva y también reivindicativa, que de alguna manera marca el inicio de un nuevo curso político, con grandes desafíos por delante y con la esperanza de que se inicie una etapa llena de buenas noticias para una comarca que ha sufrido, que está sufriendo, las consecuencias de la crisis de una manera considerable.
Hace un año centraba aquí mi discurso en la celebración del vigésimo quinto aniversario de la Ley de la Comarca y del Consejo Comarcal, y me mostraba especialmente reivindicativo pidiendo más competencias y mejores recursos para la institución. Hoy, aunque la reivindicación de aquel día permanece, El Bierzo, los municipios que lo constituyen y los propios bercianos y bercianas, serán protagonistas de mis palabras.
Y es que El Bierzo nos duele, porque vemos como día a día esta próspera comarca en el pasado, recibe una nueva bofetada con el anuncio de una empresa que cierra, de un nuevo proyecto abandonado o de infraestructuras punteras que duermen el sueño de los justos. Mientras tratamos de encontrar una salvación a través de nuestros recursos turísticos y hortofrutícolas, y van surgiendo nuevas iniciativas empresariales, nos llegan noticias de diferentes sectores que no son precisamente positivas: cierre de explotaciones mineras, cierre de centrales térmicas, cierre de negocios, de industrias, etc; que hacen que nuestra gente se vaya en busca de un futuro que no encuentran en nuestra comarca. Y encima la climatología parece que también se vuelve en nuestra contra. Todas estas noticias hacen cundir la preocupación, y en algunos casos el desánimo, en nuestra sociedad, ya de por sí castigada. En absoluto se trata de pesimismo, ni con esta descripción pretendo trasladar un sentimiento de derrota. Pero la situación es la que es, y precisamente desde ese análisis es desde el que podemos tratar de cambiar las cosas, de hacer que todo vaya a mejor y que poco a poco estas malas noticias desaparezcan de nuestro día a día y las buenas vayan ocupando ese lugar. Por eso quisiera aprovechar este momento para alzar la voz y decir: ¡BASTA YA! El Bierzo se merece por fin ser el centro de los esfuerzos de aquellos responsables políticos y de aquellas instituciones que pueden y deben fomentar su recuperación económica. Y el resto de instituciones y la ciudadanía, desde nuestras atribuciones y desde nuestras responsabilidades, colaborar codo con codo para, entre todos, sacar nuestra tierra adelante.
Es prioritario dotar a la comarca de infraestructuras adecuadas y agilizar en la medida de posible aquellos proyectos que están en curso como, por ejemplo, la A-76. Cualquier actuación que se desarrolle en la comarca debe ser prioritaria ya que nos encontramos en un escenario difícil que requiere una dedicación especial por parte del Estado. Por ello, creo que sería conveniente un impulso del proyecto con una dotación presupuestaria acorde a la urgencia que requiere El Bierzo. la mejora de las comunicaciones con Galicia supondrá un importante avance en el transporte de mercancías, además de acortar los trayectos y mejorar la seguridad y comodidad de los cientos de trabajadores, sobre todo de las empresas pizarreras, que a diario recorren la N-120 y la N-536 para acudir a sus puestos de trabajo. También sería necesario retomar el proyecto de la autovía Ponferrada-La Espina para mejorar la conexión entre los más importantes núcleos de población de estas zonas es uno de los mejores atractivos que pueden existir como reclamo para que nuevos emprendedores y nuevas inversiones se establezcan en El Bierzo. Ya que no tenemos AVE, ni se le espera, al menos que se puedan mejorar las comunicaciones por carretera para hacer nuestra comarca atractiva y que nuevas empresas puedan instalarse para absorver el excedente de mano de obra que procede de la minería, del resto de industrias, de la construcción y del sector servicios.
Si hablamos de industria y energía, la situación actual no es muy optimista que digamos. Desde hace ya algún tiempo la amenaza de cierre de las centrales térmicas de Compostilla II y de Anllares, propiedad de Enel- Endesa y Gas Natural Fenosa sobrevuela por nuestra comarca. Ahora mismo la máxima prioridad de la Mesa por el futuro de El Bierzo del Consejo Comarcal es evitar o dilatar al máximo posible su cierre, por ello implicaría la desaparición completa de la minería del carbón y, por lo tanto, de uno de los motores económicos de esta tierra. Hasta el momento, los esfuerzos se han dirigido a conocer con detalle la situación y a alertar los Gobiernos de Castilla y León y de España de las graves consecuencias que generaría este cierre. No sabemos si podremos impedirlo, pero no podemos permitirnos no intentarlo. Y conseguimos que una representación de la Comisión de Energía del Congreso de los Diputados visitase la comarca para conocer in situ el problema. Todos coincidimos en algo y es que la decisión de cierre no puede depender únicamente de las propias empresas. El Gobierno de España también tiene que tomar cartas en el asunto. Así, a principios de agosto, el Ministerio de Energía lanzó una consulta pública para el proyecto de real decreto para regular el procedimiento de cierre de instalaciones de generación eléctrica y en estos días la Mesa por el futuro de El Bierzo del Consejo Comarcal recogerá las alegaciones que quieran aportar sus miembros frente a ese proyecto de real decreto. El plazo acaba el día 15 de septiembre y el próximo lunes, día 11, nos reuniremos para enviar un documento conjunto, espero que con el consenso unánime de todos los integrantes de la Mesa, con las alegaciones que, desde El Bierzo, se envíen para completar ese proyecto de real decreto, aunque ya les adelanto tres aspectos que creemos que es fundamental que recoja el texto legal.
En primer lugar, debe constar la obligación de que parte del carbón que se queme en esas centrales térmicas sea nacional, de nuestrs cuencas mineras, de nuestra comarca. Sabemos que ahora mismo esto no se está produciendo, y se refleja en la situación del sector minero en la actualidad, con impago de nóminas, ERE´s y despidos. Es perfectamente entendible la desesperación de nuestros mineros que no pueden cobrar su sueldo o que no tienen trabajo porque sus explotaciones están cerradas, mientras ven como camiones cargados de carbón de importación entran a diario en las centrales térmicas, pasando por delante de sus casas.
Hay otro aspecto del borrador del real decreto que genera dudas y que pediremos se aclare. Se habla de mantener operativa una central por motivos de seguridad del suministro, pero ¿qué es que una central esté operativa? ¿significa que seguirá activa o simplemente que esté inactiva pero disponible en caso de extrema necesidad? Quienes formamos parte de la Mesa por el futuro del Bierzo entendemos que las centrales deben continuas activas y quemando carbón. En primer lugar, porque es necesario para abastecerse la demanda de consumo eléctrico y, en segundo lugar, porque es la única forma de seguir quemando el carbón de nuestras minas y, por lo tanto, de mantener los puestos de trabajo ahora en serio peligro. Porque sin centrales térmicas en nuestro entorno, la minería de El Bierzo está muerta.
Y para poder quemar el carbón autóctono es necesario adecuar las centrales térmicas a la normativa medioambiental y reducir las emisiones contaminantes. Algo que se puede conseguir gracias a la investigación. Es del todo incoherente contar con una planta de captura de CO2, una de las mejores instalaciones que existen en Europa, y tenerla paralizada. Por lo tanto, pediremos que el real decreto contemple la inversión de I+D+I y la reactivación de esta joya tecnológica.
Entristece que el proyecto de la Fundación Ciudad de la Energía haya caído en el olvido y que inversiones millonarias como las que han supuesto la construcción de la planta de captura, los museos o la adecuación de las antiguas oficinas de Endesa en el barrio de Compostilla sean una de esas tantas obras que con tanta ilusión y esperanza se realizaron, y que se han quedado en nada. Esos proyectos son los que podrían haber ayudado para evitar el declive de nuestra comarca.
Pero nada se puede hacer si no se destinan fondos para su continuidad. Os aseguro que no nos cansaremos de reclamarlos porque El Bierzo se merece estar en la vanguardia del desarrollo, pero también porque una vez tenemos las instalaciones, sus responsables deben realizar todos los esfuerzos para que estén activas por completo.
Pero no todo son malas noticias, y aunque son menos de las deseadas, de vez en cuando tenemos algunas que nos hacen albergar la esperanza de que esta tendencia cambiará. Hay empresas en nuestra comarca que han ampliado en el último año su plantilla en varios cientos de trabajadores y trabajadoras, en El Bayo o en La Llanada, por poner algún ejemplo. Además se ponen en marcha nuevos proyectos gracias a empresas que han apostado por El Bierzo como la que se está ubicando en estos momentos en el polígono industrial de La Rozada. Estos son algunos ejemplos, quizá los más visibles por el número de empleos que se crean y por la expectativa que generan, pero hay más. Y para todos ellos, la mejor suerte del mundo en la comercialización y venta de sus productos.
Hay otros sectores que han comenzado a tirar con fuerza de la economía y aunque es difícil, como ya he dicho, que puedan absorver la mano de obra que empleaba la industria, debemos apostar decididamente por ellos. Es el caso del turismo y la agricultura. Y como a perro flaco todo son pulgas, precisamente este último no pasa por su mejor momento. Las pérdidas ocasionadas por una primavera atípica con heladas y granizo han mermado a retrasar la primera cosecha de cereza con marca de garantía, lo que ha supuesto un absoluto varapalo para los agricultores que tenían depositada tanta ilusión en este sello de calidad. Pero vendrán tiempos mejores, seguro. Y el resto de productos de calidad de nuestra tierra se resisten a hablar de catástrofe y pelean sin descanso porque exista una cosecha decente que nos permita mantener un cierto grado de optimismo. Y las ayudas, de verdad, no los préstamos, deben llegar de las administraciones supramunicipales para que los agricultores sientan que estamos con ellos, en las duras, que es cuando nos necesitan, y en las maduras, cuando disfrutamos del fruto de su trabajo. Y el Consejo Comarcal pone su granito de arena con la actividad desarrollada por el Banco de Tierras, gracias al apoyo decidido de la Diputación. Que el campo es contemplado por muchos bercianos y bercianas como una salida laboral lo demuestra el hecho de que, en la actualidad, el servicio gestiona 2.500 parcelas, de las cuales 1.200 han sido adjudicadas, contribuyendo de forma espectacular a la recuperación de tierras abandonadas para cultivos de todo tipo.
El sector turístico también es generador de buenas noticias. Por encima de situaciones particulares no muy alentadoras en el sector hotelero, lo cierto es que nuestra comarca atrae cada vez a más visitantes. Y los datos así lo demuestran, en el año 2017 se ha incrementado el número de turistas.
El número de visitantes registrados por el Centro de Recepción de Las Médulas está a punto de alcanzar los 100.000. Hemos incrementado en 3.000 personas ese número desde enero hasta agosto. Pero la cifra real es mucho más elevada, puesto que no todas las personas que visitan el Patrimonio de la Humanidad entran el centro que gestiona el Consejo Comarcal. Buenas noticias que lamentablemente chocan con la falta de unión entre los organismos que tienen alguna responsabilidad en el paraje. La imagen que hemos ofrecido del paraje Patrimonio de la Humanidad en las últimas fechas no ha ayudado, para nada, a atraer turistas a Las Médulas, más bien al contrario, el visitante huye de los sitios donde su visita se puede ver alterada de alguna manera. Debemos reflexionar seriamente sobre esta situación y buscar soluciones, sí, pero que en ningún caso suponga un enfrentamiento entre los integrantes del paraje.
Espero que esto haga, estimado Consejero, de una vez por todas, que la Junta de Castilla y León tome cartas en el asunto y por fin se consiga una gestión unificada con unas normas que sean de obligado cumplimiento para organismos, instituciones y ciudadanía. Pero también que la administración autonómica invierta, de verdad, en aquellas necesidades que, veinte años después de la declaración de Patrimonio de la Humanidad, siguen teniendo pendientes los habitantes del paraje y que todavía, después de muchas promesas, siguen sin realizarse. Y, por qué no, que también sea el momento de pensar y decidir si, frente a los incendios que han asolado y acosado a nuestro paraje turístico, pero también y de forma muy violenta a diversos puntos y parajes de nuestra comarca, debemos redoblar aun más los esfuerzos en la prevención en lugar de la extinción. Y desde aquí mandar un mensaje de agradecimiento y reconocimiento a todas aquellas personas que participan tanto en prevención como en extinción, por su trabajo y entrega para proteger aquello que ha hecho que nuestra tierra mantenga, frente a los terroristas ecológicos, su característica de “vergel”.
Por lo que respecta al Consejo Comarcal de El Bierzo y dentro de las atribuciones que desempeña, seguirá liderando aquellas inciativas que beneficien a los intereses bercianos, apostando por el turismo y por el sector agroalimentario como motores económicos, ofreciendo servicios de formación y empleo, asesorando a nuevos emprendedores en cualquiera de sus ámbitos, cuidando nuestro medio ambiente, apoyando a nuestros municipios y a sus juntas vecinales y haciendo la vida más fácil a colectivos más desfavorecidos a través del Centro de Atención de Drogodependientes y los servicios de protección a la infancia. Servicios que realizamos de una manera eficaz, con un personal que se entrega día a día en el desarrollo de sus trabajos y con unos medios suficientes, pero que debemos ampliar ya que cada vez nos reclaman la realización de más servicios y más lejos, incluso fuera del ámbito geográfico de nuestra comarca.
Estas pequeñas grandes cosas son las que hacen del Consejo Comarcal una administración que ya no tiene que demostrar que es necesaria para la gestión eficaz de servicios, que esté más presente en el día a día de la sociedad berciana y que ya ha dejado de ser una administración cuestionada por administraciones superiores, por ayuntamientos y por la ciudadanía. Y eso debe ser motivo de orgullo y satisfacción. Y de ganas de seguir luchando por El Bierzo.
Porque hace 26 años, nuestra identidad dejó de ser un sentimiento arraigado para convertirse en una ley, la Ley de creación de la Comarca de El Bierzo, con mayúsculas (y también el artículo).
No quiero finalizar mi intervención sin tener un recuerdo emocionado para aquellas personas que hace un año estaban celebrando este día con nosotros, pero que, por desgracia, ya no vamos a poder contar con su presencia. Para ellas, para ellos, que tantos años compartieron este día y todo lo que significaba para El Bierzo, todo nuestro cariño.
Y para el resto, deseo que disfrutéis, que disfrutemos, de este 8 de septiembre, de la familia, de los amigos, porque es la excusa perfecta para reunirnos en torno a una mesa y celebrar la vida, la amistad, el encuentro. Y siempre con un mismo deseo: que el año que viene no falte nadie, que estemos aquí para celebrarlo, y sobre todo, que estemos mejor, mucho mejor.
¡Muchas gracias y viva el Bierzo!