Ponferrada, un confinamiento de opereta

Lo del confinamiento de Ponferrada va camino de convertirse en uno de los despropósitos mas grandes de la pandemia, en toda una opereta, al menos en Castilla y León. El 21 de octubre la Junta anuncia el confinamiento de Ponferrada. Los ponferradinos dan por hecho que se trata del confinamiento del municipio, pero no, la Junta establece que solo quedará cerrada la ciudad, una decisión incomprensible dado que, por ejemplo, que un vecino de Toral de Merayo o de Santo Tomás de las Ollas no pueda entrar en Ponferrada se antoja bastante ridículo.

Quizá porque alguien en Valladolid, ante las dudas expresadas por el Ayuntamiento, decide mirar un mapa de Ponferrada (con una extensión de 282 kilómetros cuadrados y más de 30 pueblos y entidades menores), la Junta cae en lo inoperante de su decisión. Así, horas después, el Ejecutivo anuncia que tras una consulta a sus servicios técnicos el cierre será municipal. Con las cosas por aquel entonces claras, muchos ciudadanos que trabajan, viven o estudian en otros puntos del Bierzo, de la provincia e incluso en Galicia, o viceversa, comienzan a gestionar sus pases.

Imagen de la opereta ‘El primo de ninguna parte’

 

Pero al día siguiente llega una nueva copla. El Bocyl no publica  la orden del confinamiento y la Junta hace público que este se aplaza a la espera de la reunión del Consejo Interterritorial de Salud, que podría dictar medidas contradictorias, en alusión al toque de queda que, sin embargo, no sale adelante.

Finalmente, el Bocyl publica este viernes el confinamiento de Ponferrada con carácter inmediato, a pesar de que el vicepresidente de la Junta anuncia una hora antes que la Comunidad establecerá ella misma el toque de queda, lo que después ratifica el presidente Mañueco tras su reunión con el ministro Illa. Pero ahí no queda todo, el anuncio de Mañueco de instaurar el toque de queda en Castilla y León, este mismo fin de semana, supondría levantar los confinamientos… Sabemos que la gestión de la pandemia es complicada, que las normas no se pueden aplicar con ‘precisión suiza’, pero una mejor organización en esto de los confinamientos no le vendría  mal a la Junta.