El periodista no se jacta de haber anunciado el destino de Luis Tudanca hace casi un año en este espacio. De la misma forma que era lógico que cuatro intentos ya son más que suficientes para conquistar la Junta de Castilla y León, también se sabe que todo es posible en política, esto es, que el secretario general socialista regional mantiene una cuota de adeptos en algo más de la mitad de la estructura del partido, lo que venimos a llamar “el aparato”. Por tanto, no es bueno dar a nadie por muerto, hablando en sentido político.
Ha tenido que ser el vallisoletano y ministro Óscar Puente el que clavara el último clavo del ataúd de su compañero de filas, Luis Tudanca. “Nuevos aires”, “abrir una nueva etapa”, “no incidir en el error”… Fueron muchas de las expresiones dichas por el hombre fuerte de Pedro Sánchez en Castilla y León, con el permiso del diputado leonés, Javier Cendón.
Como un cordero llevado al sacrificio por las orejas, Diego Moreno, procurador por León, quien perdió unas elecciones a secretario provincial con Cendón, le faltó tiempo para saltar a la palestra mediática en defensa de su mentor Tudanca. Luis con lo bien hubieses quedado como eurodiputado. Quedan aún varios actos más de esta tragicomedia del PSCyL.
En nuestra memoria tan sólo se recuerdan dos ocasiones en las que “el aparato” fue vencido in extremis por sus militantes, a saber, en la candidatura que ganó el entonces díscolo exministro Boyer y el zarpazo del leonés José Luis Rodríguez Zapatero al aspirante Pepe Bono. Prietas las filas. Mientras en el PP de Castilla y León el cuadro de mandos está asegurado, en el PSOE andan a guantazos.
A ver si de todo esto, para después de las fiestas de Navidad, podemos contar con unos presupuestos regionales aprobados y una oposición política renovada, ilusionante y con ambición por trabajar más por nuestra tierra en vez de estar un día sí y otro también gastando energías en esquivar el fuego amigo. Necesitamos estabilidad en todos los sentidos, también la institucional, no olvidemos que se ha abierto la espita de la financiación insolidaria y el sálvase quien pueda con respecto a la política nacional y las administraciones autonómicas por mor de independentistas y separatistas.