Muros que Puente no derriba

Son dos situaciones marcadas por la geografía, y a su vez, por la conformación identitaria. Son muros que, como fronteras invisibles, separan a los pueblos. Vitales y  a derribar si realmente se quiere vertebrar, establecer lazos de todo tipo entre los pueblos de Castilla y León. Y lo cierto es que sería mucho más fácil si no se negara desde Madrid, principalmente, a superar esas barreras que la propia naturaleza conformó. Me refiero a la León-Valladolid y al lazo ferroviario del Manzanal.

El trayecto entre las que eran las dos ciudades más pobladas de Castilla y León se realiza por la carretera N-601, una vía convencional que data de principios del siglo XX. En los años 80 se planificó la A-60 con una longitud de 130 kilómetros y un presupuesto ligeramente por encima de los 500 millones de euros. Casi 50 años después, tan sólo están en servicio pequeños tramos como el de Valladolid-Villanubla o León-Santas Martas. La duración estimada si estuviera realizada estaría por debajo de la hora, actualmente se tarda una hora y media dependiendo de la circulación. Existe un mantra, totalmente reaccionario en núcleos del leonesismo y del castellanismo radical que afirma que “no podemos unirnos, hay que aislarlos”. Y a tenor por lo dicho por el ministro vallisoletano, “la León-Valladolid no es una infraestructura prioritaria” para su polémico ministerio.

El lazo ferroviario del Manzanal es un tramo de la línea férrea entre León y Ponferrada, en la provincia de León, que atraviesa el puerto del Manzanal. Una barrera montañosa que históricamente separa a la comarca del Bierzo del resto de la provincia y no sólo en sentido figurado sino físicamente. Este tramo es conocido por su trazado complejo, caracterizado por curvas pronunciadas y túneles en espiral, diseñados nada menos que en el siglo XIX para superar el desnivel montañoso. Con nimias y esporádicas inversiones, actualmente, este trazado representa un cuello de botella fundamental para el transporte ferroviario de mercancías y pasajeros entre la Meseta y Galicia, afectando la eficiencia del tan traído y llevado Corredor Atlántico.

El alcalde de Ponferrada, Marco Morala, ha solicitado a Óscar Puente una solución definitiva. Por su parte, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha destacado la importancia estratégica para conectar la región con el norte de España.

ABC

 

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