León se atrinchera

El pulso entre el secretario general provincial del Psoe de León, Alfonso Javier Cendón y el secretario general local, José Antonio Díez camina hacia el atrincheramiento de la ciudad capital como si de las murallas medievales se tratase. Se diría que la liza ha llegado a un punto muerto, a una tierra de nadie donde no se mueve en apariencia ninguna figura del tablero de ajedrez de los del puño y la rosa.

 

Hace semanas, en esta misma columna, pormenorizábamos el giro hacia el leonesismo que el alcalde socialista enarbolaba como una bandera contra todo aquello que remarca las muchas cuentas pendientes del propio sistema político, económico y social con esta ciudad. El leonesismo residual, siempre en estado grave y en la imaginaria Uci, tomaba de nuevo pulso gracias a la mano tendida que le brindaba nada menos que el Ayuntamiento de León, segunda institución pública en importancia y poder en la provincia, tras la Diputación, eso sí.

 C. S. Campillo

 

Pues bien, los de Díez y todo su gabinete trabajan en un programa electoral donde el rojo socialista se vuelve carmesí leonesista. Lo lleunés, como al otro lado del Negrón lo asturiano, toma aliento en la psiqué de los habitantes de ambas provincias hermanas. Sorprende cómo tras la manifestación de 30.000 asturiano parlantes en el Principado se aprobará el reconocimiento oficial de lengua vernácula, aunque de momento, no sea obligatorio el bilingüismo. Toma ya. A fomentar el patrimonio oral y convertirlo poco en poco en arma política separatista. Euskaldunes y catalanes marcan el camino. Pobre España.

 

Esperemos, y desde aquí suplicamos que el giro hacia el leonesismo del socialismo capitalino no sea más adelante utilizado en la liza política y en las campañas electorales. Mucho nos tememos que no sea así, sino todo lo contrario. El mensaje y las políticas victimistas acaban devorando a sus precursores y arrinconándoles en un contexto donde más allá no hay más. Los partidos pro una causa siempre terminan encorsetando en un rol a sus abanderados del que no podrán salir jamás. Es el giro hacia el empecinamiento, el provincialismo que nos mata en Castilla y León, lo que nos hace cada día que pasa más débiles frente a un destino mayor y que no encuentra la generosidad que pide en las nueve provincias y media de la Comunidad. La mimetización euskocatalana señala la senda. Cendón y Díez, dos modelos de socialismo.

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