Las carreras de gansos. Molinaferrera, año 1754

Los Obispos, tenían la costumbre de realizar una visita Pastoral , anualmente, a los pueblos de su jurisdicción.

En este año , ya no existían los señoríos, y la jurisdicción eclesiástica, ya estaba organizada en Diócesis regidas por su Obispo.

La localidad de Molinaferrera, en la que constan costumbres muy antiguas, recibe aquel año la visita pastoral, el cual , emite un auto de vista, en el que ordena prohibiciones, a partir de determinados hechos por parte de los vecinos.

En las inmediaciones de la Ermita del Cristo, de la  citada localidad, se celebran cada año las carreras de Gansos.

Las carreras de Gansos, a la que asistían una gran influencia de mozos , desemboca en el descontrol de los asistentes, que para tener mejor visión de la  citada celebración, se subían al tejado de la Ermita, año tras año , hasta su deterioro y destrozo.

El Obispo , en su visita Pastoral, ordena que fuese arreglado y retejado por el concejo , ya que es su patrono.

Las carreras de Gansos no fueron prohibidas, pero si , pasaron a celebrarse más arriba de la Ermita, en la calle que va a la escuela.

Las carreras consistían en lo siguiente:

A caballo, cada participante, galopaba con una herramienta cortante hacia los gansos que estaban atados y colgados , con la intención de decapitarlos .

No existen datos suficientes para confirmar que debido al día de su celebración ,coincidiendo con el día del apóstol Santiago ,se puedan asociar estas prácticas al mismo . Lo que si es obvio es que el Obispo no prohibió las mismas, tan solo los desperfectos del tejado . El apóstol Santiago, según las crónicas medievales, intervino a favor de los cristianos luchando con su espada sobre su caballo y decapitando a los Moros . Su intervención, que más que celestial , parece conmemorar la más atroz y sangrienta batalla, se asemeja a la de un guerrero de las fauces cristianas, ataviado con el manto de la Fe ,para conmemorar su encarnizada hazaña.

En el arca larvada de la historia se ocultan los designios de los siglos vividos como zarpazos que sangran y componen el puzzle absurdo de la sacra veracidad .

En la antigua Somoza se criaban gansos , incluso, existen ordenanzas que así lo corroboran.

Y dado lo expuesto, a no ser que aparezcan otros fines , la cría de los mismos podría interpretarse para los aquí escritos.

Hay una teoría que dice que la población del Ganso , en tierra Maragatos, se debe a ello , pero el origen de la localidad parece tener otras inclinaciones.

Isasy Cadierno