Esto de ser columnista de un medio de comunicación, con independencia de que puedas plasmar en el papel lo que te venga a la cabeza en cada momento, aunque la temática sea libre, no es tarea fácil para mí, ya que más allá de la redacción más o menos cotidiana de documentos jurídicos relacionados con mi profesión o la confección de algún que otro panegírico que ensalce las virtudes de algún familiar o amigo o alguna colaboración en la revista del Colegio donde cursan estudios los hijos del compareciente, la costumbre de escribir, está algo oxidada. Por lo menos, antes, el ser humano escribía cartas que metía en sobres con franqueo postal, que llegaban (o no) al destinatario , lo cual suponía un cierto ejercicio mental, pero esa buena y sana costumbre ha quedado desterrada. Todo lo anterior viene a cuento de la institucionalización hace unas fechas, del día de la salud mental, que se visibilizó el domingo 8 de octubre con una caminata en las inmediaciones de nuestro Hospital. La llamada a ejercitar la masa cerebral es cada vez más necesaria. Y a ello contribuyen, por ejemplo los juegos de naipes, como el tute , la escoba y la brisca, cuya práctica entre las personas de la mal llamada “tercera edad” es fundamental para que la cabeza no se jubile y siga funcionando de forma autónoma y sin necesidad de apoyos exteriores.
Además del cambio de hora semestral que hace que la noche se adelante de golpe, con la carga de tristeza y melancolía que ello supone para quien escribe estas líneas, Octubre es el mes de todas esas marchas solidarias que, organizadas por organizaciones no gubernamentales, nos recuerdan algunas de las necesidades del ser humano y por ende de esta sociedad que por un momento olvida lo individual para centrase en lo colectivo. Además de la antedicha del 8 de octubre, el día 1 nos convocó la Asociación Española de Ayuda contra el cáncer y el 22 la cooperación internacional del Ayuntamiento de Ponferrada hará lo propio. Cualquier colaboración es positiva y además cambiamos el sedentarismo por unas zapatillas de deporte. Qué más se puede pedir.