La moción, disparo con retroceso

Durante unos días, en especial el llamado «no puente de San José», la clase política regional, toda la local e incluso altos cargos políticos nacionales y muy especialmente el Gobierno de España han quemado los teléfonos. Sí, quemado. La sombra de un Tamayazo por esta vez por la izquierda se había extendido siniestramente en la política de Castilla y León. Y si en Madrid sirvió para repetir elecciones en el tránsito, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón, aquí se tambaleaba un proyecto de región con 30 años monocolor prácticamente.

Tudanca, el protagonista principal de esta tragedia, ganó justamente las elecciones regionales hace casi dos años. Pero Tudanca, lejos de salir reforzado con esta moción ha hecho evidenciar lo más tenso y oscuro de la política pues en ambos bandos según se acercaban las horas se iba destilando información de las ofertas y contraofertas por cambiar de signo el poder de la Junta de Castilla y León.

Quedará para el olvido este fin de semana negro, pero para ser la primera moción de censura en las Cortes regionales el nivel de la política ha quedado más tocado si cabe. Y todo por el poder. Por acceder o por quitarlo.