La hipérbole como forma de vida

Exageración. Dice el diccionario que hipérbole significa “exageración” y me temo que en próximas revisiones van a tener que acotar mejor el significado para referirse a esas situaciones que no son exageraciones, sino lo siguiente. Otra expresión que lo está petando en exceso y que ha venido para quedarse un buen rato, parece ser.

En el mundo de la política hay grandes exponentes del uso de la hipérbole, quizá uno de los más conocidos sea el Vicepresidente sin competencias de la Junta de Castilla y León, que para no estar ocioso debe pasarse las horas pensando qué nueva burrada podrá soltar en su próxima comparecencia para conseguir un poco de espacio informativo

Los precios son hiperbólicos, la ignorancia de los negacionistas es hiperbólica y hasta la Navidad empieza a serlo. Reconozco que me encantan las luces navideñas, que dan un toque de alegría a nuestras calles, fachadas y monumentos. Pero… reconozco que me horrorizan las luces de mil colores que se adhieren a piedras centenarias o ladrillos recién paridos sin ton ni son, a granel. La belleza, el encanto, el buen gusto no cotizan. Tantos arcos de luz o leds tienes, tanto vales. Esas luces multicolores, videomappings y ángeles trompeteros, salvo honrosas excepciones, son auténticas especies invasoras que actúan como depredadores del espíritu navideño. Se achican los espacios para la solidaridad, el compartir y para la magia de la noche por la glotonería de la feroz competitividad. Estaría bien aceptar que si al entrar en una plaza a las diez de la noche tenemos la impresión de que es de día, eso es que alguien se ha pasado con las luces y que ha estropeado la magia nocturna.

Asique quienes amamos la Navidad no tenemos más remedio que convertirnos en auténticos activistas para salvarla: se acabó el desear feliz año ya en noviembre, prohibido decorar la casa antes del puente de la Constitución y si lo que otros años estaba por las nubes, ahora se sube hasta la estratosfera pues lo boicoteamos con decisión. Ahí va un ejemplo de plato principal para la cena de Nochebuena: deliciosa tortilla de patata con huevos de corral al centro con un toque de pimientos rojos de la huerta, acompañada de escarola al aroma de ajos de San Miguel con vinagreta de granada. Suena hiperbólico sí, pero es sólo el envoltorio, el contenido es rico, rico y barato.

Concluyo deseando unas felices fiestas para todos, que disfrutéis de vuestra gente y que podáis recordar con cariño y sin demasiada tristeza a quienes no están. Feliz Navidad desde El Bierzo al mundo entero.