La guerra de Gila

No. No dimite. Aquí nadie dimite ni aún cuando lo trincan con la mano en el cajón. Y por decisiones erróneas que cuestan vidas humanas mucho menos. El que era juez antes que ministro, el que es ministro antes que persona, no se le turba la faz ante una madre desconsolada que no quiere que profane la santa bandera sobre el féretro de su hijo asesinado por un canalla narcotraficante.

Poco a poco la opinión pública, a pesar de la campaña de despiste, va sabiendo la verdad. Un grupo especial que combatía la lucha contra el tráfico de droga en el sur de España compuesto por 150 guardia civiles fue desmantelado y trasladado del punto caliente de tránsito de mercancía prohibida proveniente de nuestro querido vecino marroquí. De las nueve zódiac que existen en la zona por parte de la Benemérita tan sólo tres o cuatro estaban en disposición de uso el día de los hechos. Y a pesar de todo el guardia civil cumple las órdenes y su honor le hace no mirar hacia otro lado para cumplir con su deber. Morir por los demás.

Sin autoridad no hay derechos, ni Constitución, ni vida normal. Los que jaleaban el embiste de la lancha de los narcos, canallas, deberían probar en su piel, que no en su corazón porque no lo tienen, el perder a seres queridos injustamente. Pero tranquilos, el presidente prefiere el smoking y asistir a los Goya mientras media España quedaba boquiabierta por la violencia desatada contra dos números, dos ángeles verdes, uno de ellos leonés. Afuera tan sólo un grupo de agroganaderos pudo a duras penas cantarle las cuarenta al que pacta con terroristas e independentistas.

ICAL

 

El lenguaje periodístico se está quedando totalmente desfasado ante la terrible realidad de la inmediatez. El microvideo subido a las redes es ya todo el relato. Ni las palabras, la mayor arma del débil, nos quedan ya contra esta sin razón que nos oprime el alma. Tenemos a dos luceros más en el cielo que desde allí brillan y nos contemplan. Cualquiera que tenga un mínimo de decencia sabe que se equivocan mandando a combatir con pistolas de juguete a nuestros hombres y mujeres de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Como en la guerra de Gila, pero con muertos.

2 comentarios en “La guerra de Gila

  1. El desprecio más absoluto hacia eso que en la foto sale de un vehículo policial, y si el karma existe que le pase factura en la medida que se merece, qué tipejo dañino, miserable y vomitivo,

  2. Dimitir… ¿en el país del olvido? Políticos de medio pelo, jueces de un pelo, altos cargos policía y guardia civil, (estos calvos , por el efecto del tricornio)(solo se libra el ejercito),. Nos gobierna un chulito de barrio y sus alá_teres incluido el de Africa , la rubia y demás patulea de millonarios que se convirtieron al comunismo o desimuladamente al socialcomunísmo de tapadera y garrafón,( estos todos son muy amantes de la Nación Española). Hace unos inviernos , asesinaron a 1.000 personas (guardias civiles, policias , ejercito y alguna persona civil ) directamente e indirectamente a unos cuantos miles de familiares que sufren aquellas perdidas. La historia siempre se repite , enfrentamiento entre comunidades , pueblos , gentes etc; lo siguiente es guerra entre hermanos ( otra vez). y como dijo Gila¿ HABRA MUERTOS?

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