La gran “famiglia”

Otra noche que me despierto pensando en si esta España es real o fruto de una pesadilla. Qué duda cabe que, desde el punto de vista político, periodístico y por supuesto psiquiátrico, la etapa de Pedro Sánchez está resultando apasionante. Estamos asistiendo -muchos de nosotros incrédulos- a un espectáculo de degradación ética, personal e, incluso, humana difícil de superar. Hasta que Koldo y su jefe aparecieron en nuestras vidas, la fallida Ley de Amnistía, sumada a los infinitos y superchulis “cambios de opinión” de nuestro presidente, nos indignaba a muchos, por el mero hecho de que, a cambio de sostenerse en el poder a cualquier precio, un individuo sin escrúpulos estaba dispuesto a permitir que alegremente los delincuentes redactaran una ley que no es que les conceda el perdón a sus delitos, es que los borra de raíz. Algo inédito en cualquier democracia del mundo.

Pero eso, insisto, era antes de que la “koldosfera” se instalara en nuestras vidas, para mostrarnos hasta qué punto de bajeza y miseria se puede llegar, sin que importe lo más mínimo el sufrimiento que esté padeciendo toda una sociedad. Hoy sabemos, además, que lo de la trama del drama no parece que vaya a parar en Koldo o en Ábalos, ni siquiera en Aldama o en Cueto, ni siquiera en las mascarillas -porque empiezan a aparecer contratos amañados de pruebas diagnósticas, y pronto seguirán EPIs, respiradores y demás-, ni siquiera en Armengol, en Torres, en Marlasca, en Montero, en Puig…

Pero más allá de esto, surge una pregunta inevitable: ¿cómo es posible que, después de lo publicado estas dos semanas, todavía haya quien -sin llevarse su “porqué”, o sea, su comisión, entendida esta como cualquier beneficio personal, dinerario o profesional-, siga defendiendo a capa y espada a esta gran “famiglia” sanchista -no confundir con socialista, porque ahí caben otros que, al menos de momento, y que se sepa, en esto actuaron rectamente-? ¿Cómo es posible que sigan defendiendo lo indefendible? Quizá, me malicio, tenga que ver con eso que llaman el complejo de Estocolmo. Es decir, que uno se quede colgado de quien le tiene secuestrado. O quizá, con un sectarismo ciego que les lleva a ver que, por encima de la rectitud, de la bondad, de la honradez, de la sinceridad y de la seriedad está la ideología. Eso que decía María Jesús Montero, con una amoralidad pasmosa, de que por encima de las personas está el partido. Una frase que, en boca del líder de una secta autodestructiva, se entendería de la misma forma.

Lo de la “famiglia” viene a cuento de la mafia siciliana, donde sin tener necesariamente vínculos de sangre, los miembros de la misma se juran fidelidad eterna… en el crimen y en el delito. Lo hemos visto reflejado maravillosamente en sagas como la del «Padrino» o en series como «Los Soprano». Y la impresión que uno tiene es que aquí hay mucha gente pringada, mucha gente que lo sabía -y lo sabe- y mucha gente protegiendo, además, de sus propios intereses, los del resto de la banda. Es decir, lo que haría la mafia.

El último en aparecer en este serial o sainete ha sido Salvador Illa -lo hace hoy mencionado en los guasaps que intercambiaba el núcleo fundacional de la trama-. Así que, igual, por españolizarlo todo un poco, en vez de la gran “famiglia” podemos empezar a llamarlos la Gran Fam-Illa…

Fernando Conde

2 comentarios en “La gran “famiglia”

  1. eso de rectamente en el psoe lo siento pero no es así. El desastre que va a dejar este demente será responsabilidad directa de todos y cada uno de los diputados que le han apoyado e indirectamente de todos y cada uno de sus votantes. Boris Johnson lo echó su propio partido por hacer fiestas en downing street en plena pandemia. Aquí sanchez ha mentido sobre indultos, amnistía, pactar con bildu, consejos de expertos etc etc etc. su lista de mentiras es más larga que el guión de lo que el viento se llevó. Infravaloró la pandemia actuando mal y tarde, ha puesto a violadores en la calle o ha reducido sus penas, ahora se demuestra que su partido malversó dinero público con mascarillas defectuosas cuando la gente moría como moscas y no pasa absolutamente nada, tanto su partido como sus votantes no solo no lo castigan si no que lo premian. Es como si la locura del presidente se hubiese contagiado a medio país. Si el psoe tuviese un mínimo de dignidad como el si lo tiene el partido conservador en inglaterra este sinvergüenza habría salido del gobierno en 2020.

  2. Buen articulo y buen comentario.
    La politica española y sus formas estan muy lejos de que se practica en ciertos paises europeos, mas bien lo de hoy en dia esta mas cerca del bolivarianismo y la carta de puebla que de una democracia.
    Tanto el PSOE como el PP son partidos corruptos, manchados de cal viva como alguien dijo, lo han demostrado en 40 años de democracia, donde ya no se cuentan los casos de corrupcion, lo mismo que durante la Pandemia, Sanchez paro el contador y las
    estadisticas de los muertos.
    Yo me pregunto, ¿ hubiese aflorado la trama Koldos-Abalos si el PP hubiera ganado las elecciones?, ¿cuantos casos de corrupcionnos hemos perdido?
    Otra cosa es el Sanchismo, forma de gobernar sin escrupulos, sin conocimiento y basandose en la mentira, donde no sabe ni escribir libros qye se lo tienen que hacer y despues se los atribuye. En sudamerica hay muchos casos
    parecidos.

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