La España de las autonomías

Hace unos años, en conversación privada con Rodolfo Martín Villa, el todopoderoso ministro de la UCD que le dio el último empujón a la formación de Castilla y León en su formato actual, además de la postrera “traición” socialista a Segovia en el Congreso durante el debate de la aprobación del Estatuto de Autonomía; el leonés me expresó claramente el modelo de autonomía pensado que “era bastante diferente a lo que finalmente resultó”. Para empezar, en la etapa preautonómica se quedaron por el camino las nuevas autonomías uniprovinciales de Cantabria y La Rioja, antes provincias de Castilla la Vieja con capital en Burgos. Las élites políticas y económicas se movieron rápido y bien, crearon las asociaciones de amigos y otras estructuras civiles que dieron origen a regiones independientes.

En medio de esta “orgía autonomista”, León y Segovia fueron los más reacios a entrar en Castilla y León. Pero finalmente a golpe de calzador -no vamos a profundizar aquí- salieron en un parto difícil, el último de todo el Estado de las Autonomías, a la luz en el Congreso y el Senado, ya en manos del PSOE. Ni la capital en Tordesillas, ni unas pocas competencias para dar una sensación de descentralización que armonizara en parte con las históricas y problemáticas Vascongadas, Cataluña y Galicia.

Curiosamente Alfonso Guerra, el cerebro principal del PSOE durante varias décadas además de vicepresidente de España, en una interesante entrevista en Canal Sur de media hora de duración, terminó por afirmar algo similar a lo que años atrás escuché a Martín Villa: “les hicimos una serie de concesiones a vascos y catalanes para llegar entre todos a un acuerdo, pero nunca para romper España y crear naciones independientes”. Guerra se sintió “engañado por los nacionalistas tanto de derechas como de ultraizquierda”. Finalmente, el nada sospechoso dirigente político socialista, no acepta ni ve con buenos ojos todo lo que está sucediendo para lograr una presidencia de Gobierno y lo que se está ofreciendo a cambio. Nunca jamás, la ambigua Constitución del 78 y sus padres políticos soñaron con un escenario político frentista y ultranacionalista porque “lo que se buscaba era un consenso. Había ilusión por construir, acordar, dialogar”, insistía el andaluz.

Castilla y León, como Castilla La Mancha, Asturias y otras ya han anunciado medidas judiciales para impedir lo que se sabe va a perpetrarse, una traición que parta España en dos tipos de territorios. La igualdad constitucional se ha fragmentado.

ABC

7 comentarios en “La España de las autonomías

  1. el alabado estado autonómico. A esto nos ha llevado. A que te impidan educar a tu hijo en español si vas a determinadas regiones, a recibir la correspondencia institucional en el idioma que les de la gana, a tener problemas para que te atiendan en la sanidad pública cuando sales de tu comunidad, a triplicar las administraciones y con ello los vividores, a mas impuestos, a mas chiringuitos, a más y más burocracia, mas y mas funcionarios, a desigualdad entre territorios y españoles, a arrodillar al pais cada cuatro años etc etc. Lo que viene siendo una maravilla. El modelo central de los 70 le daba mil vueltas a este desastre. Recaudando muchos menos impuestos daba mejores servicios al ciudadano.

    1. don antonio politicamente hablando, creo que estamos de acuerdo que no. Ahora, socioeconomicamente, me reitero. Mil veces mejor. Presión fiscal infinitamente inferior con unos servicios sociales mejores a los actuales incluida la españa rural. Sin tensiones entre regiones, deuda del estado prácticamente inexistente, tasa paro 5% (jamás hemos vuelto a ver esa cifra) un trabajador medio podía comprarse sin problemas una vivienda etc etc etc. Esos datos son incuestionables por muy contrario que sea ideologicamente.

  2. Que se lo digan a VOX, que es un partido que cree mucho en las autonomías, ellos son más de chiringuitos para su propio beneficio.

  3. Yo milité durante años en el PSOE y fui alcalde pedáneo y concejal de mi pueblo con el PSOE; pero desde que llegó nuestro paisano Zapatero he visto con preocupación la deriva del PSOE. Va encaminada a destruir políticamente a España y además ha realizar políticas nada socialistas e incluso de discutible democracia, que consisten en dar privilegios a minorías ( independentistas) a costa del resto de la mayoría de los españoles. Los independentistas han ENGAÑADO a PP y a PSOE y están llevándonos a etapas de crispación y enfrentamiento, que recuerdan a las de los años 30 del siglo pasado y que nos hacen añorar aquellos años de la Transición Democrática. Creo que el Sr. Sánchez se equivoca y que el Sr. Guerra está en lo cierto. No obstante la historia será quien nos haga ver la realidad, como siempre “a toro pasado”.

  4. ¿Martin Villa?, aahh si…ese franquista que ha traicionado y vendido a León.
    Por su culpa, yo ahora soy un exiliado que me he tenido que marchar de esta provincia, que antes era rica y ahora esta abandonada por un país que se llama España.
    ¡que os aproveche y seguid votando a vuestros verdugos del PP y del PSOE!

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