La campaña electoral de las municipales 2023 se ha adelantado. Debe ser que existen muchas ganas, por parte de los partidos políticos, de abrir el pim pam pum. En este escenario, la denominada Comunicación política se ejercita en un escenario donde los medios de comunicación dependen, en exceso, de la publicidad institucional general. Además, ya lo mencionamos en artículos anteriores, esta es la campaña de las redes sociales, porque este tipo de medio de transmisión de información ha irrumpido de forma que ha provocado una sobreabundancia de información con falta de calidad y provocando un ruido permanente que distorsiona por completo la realidad.
Hoy más que nunca, se necesitan verdaderos profesionales que sepan decir la verdad de lo que acontece. Y la falta de respeto y corral de tragicomedias en los que se han convertido las instituciones públicas deben regenerarse, volver a ser instituciones donde se acerquen al ciudadano y no se sumen a una inmunidad total paralela a la sociedad a la que se deben.
Desde aquí, podemos aconsejar una líneas rojas que no se deberían traspasar: el insulto, hacer prevalecer la verdad, no justificar jamás la violencia, no mentir ni faltar al respeto del contrario. En cuanto a los bulos, cada vez más numerosos a causa del mal uso de las redes sociales y de su dudosa fiabilidad, recomendamos que las promesas electorales se firmen ante notario, publicar encuestas tan sólo las reales y los medios de comunicación profesionales, a través de sus periodistas, deben abandonar el dictado de las redes para volver al rigor, a la verdad con el viejo refrán: “Dato mata a relato”. Verificar y contrastar todo cuanto se quiere publicar se hace hoy más que nunca necesario en todos los tipos de Comunicación, también en la de información política.
Jefes de campaña, de prensa o responsables de comunicación deben medir dónde invierten su presupuesto electoral, en la selva de los bulos o en los medios de comunicación, en los supuestos medios digitales donde la compra de tráfico está a la orden del día o en las empresas informativas serias y fiables. Un regidor de los perfiles en la red no puede ser sólo un habilidoso técnico, también una persona formada y titulada en esto que llamamos Comunicación.