El nuevo curso que comienza lo hace sumido en la más absoluta de las incertidumbres que se recuerde. A nivel internacional, el hecho de que sea un año electoral en el país todavía más poderoso del mundo influye. Pero mucho más cuando uno mira qué tipo y calidad de personas representan a las naciones más fuertes. Trump, Putin y demás compañías. Con una amenaza de crisis económica ganando terreno y una maldita pandemia suelta que se acerca al millón de víctimas en medio año de existencia.
Podemos encerrarnos de puertas adentro. La situación tampoco auspicia nada bueno. Un Gobierno débil, en manos de fuerzas anticonstitucionalistas y con una oposición centrada, con más o menos razón, en el afamado «no es no». Desde luego, un poco entre todos, han hecho buenos a Rajoy, Montoro y compañía.
Incluso si nos calamos la boina y nos quedamos en nuestra Comunidad, la sensación de frío por la espalda nos aborda. El pacto con sindicatos, patronal y partidos políticos para la reconstrucción de la región apenas avanza. La pugna entre los grandes municipios y la Junta se resiente, en especial en la gestión de la lucha contra el coronavirus. Las medidas a adoptar muchas veces no son reconocidas y otras, son recurridas vía judicial quitando o anulando las decisiones de la Consejería de Sanidad.
Nadie sabe realmente cómo va a empezar el curso, la deriva que puede tomar todo esto y en cada paso que se da, surgen varias interpretaciones. Lo únicamente claro de todo esto radica en que las medidas restrictivas aumentan y se parecen más a un confinamiento edulcorado para dañar lo menos posible el flujo económico y hacernos permanecer en la creencia en que disfrutamos de las mismas costumbres y libertades. Craso error.
Con un presupuesto estatal de difícil parto, seguro. Y con Ertes que se vuelven Eres, el horizonte no se aclara y a la par que el dinero es miedoso, la vida de los seres humanos se nos recuerda débil. La incertidumbre ya está aquí y ha venido para quedarse mucho tiempo. Hacen falta hoy más que nunca líderes excepcionales, no importa su color.
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