Estamos un poco cansados de hablar de la España vaciada, del mundo rural abandonado y de estériles reuniones para relumbramiento personal del convocante de turno. El diagnóstico está demasiado claro y analizado ya. Es hora de soluciones y ésas, sólo pueden emanar de la administración pública en general. El maná de Europa, a la que previamente hemos pagado, se dilapida en financiar, por ejemplo, un periódico feminista rural regional. Ejemplos hay de ello. O se reclama a la Junta de Castilla y León o las diputaciones, en este caso de la provincia leonesa, unas soluciones que sólo pueden provenir de un enlace entre lo público y lo privado.
La comarca de Laciana, con Villablino como cabeza de municipio, es un claro ejemplo de haber contribuído con sus mismas entrañas, el carbón y la salud de sus gentes, al enriquecimiento y vida de varias generaciones de toda una provincia y ahora, en un paisaje lunar habitado por jubilados y prejubilados, el futuro se debate entre renovadas ilusiones pasajeras juveniles y la lenta despoblación. Y sin embargo, con la vecina Asturias y con su comarca hermana del Bierzo, sobrevive como un emparedado de riqueza forestal, ganadera y turística que no acaba de rebrotar.
La pasada semana asistí en pleno puerto de Leitariegos por la vertiente asturiana, a unas jornadas gastronómicas en el restaurante del mismo nombre. Dos jóvenes, Héctor y Pepe Cosmen, tutelados por su tío Antonio, renombrado cocinero madrileño, mantienen un edificio moderno y pintoresco en plena montaña ofreciendo unos platos con productos de la tierra que nada tienen que envidiar a otros establecimientos con las míticas estrellas. De hecho, el premio al mejor pote asturiano del mundo lo ostentan estos muchachos de talento y tesón para plantarse en medio de la montaña a invertir su dinero, su vida y su trabajo.
Si las administraciones públicas facilitaran fiscalmente al pequeño emprendedor y abreviaran la burocracia sería ya todo un paso de gigante. Pero si lo culminase con la Ponferrada-La Espina, obra por la que apuesta sólo el Principado, daría oxígeno a toda la cuenca del Sil. Sólo con comunicaciones básicas se puede llegar a la sanidad, enseñanza, empleo y asentamiento de la población. Y eso, amables lectores, sólo está en manos de la Junta de Castilla y León con fondos europeos.
A ver si os enteráis, la Junta extranjera de Castilla y León no va a hacer nada, lo repito nada. Ese es el diagnóstico.
Por otra parte una autovía no se hace ni en 1, ni en 5 ni en 10 años, pero después de 40 años que llevamos encarcelados si se podría haber hecho, como se hicieron otras.
Por eso, la vía más rápida es segregarse de esa comunidad con tintes absolutistas y que les den, e integrarse en Asturias o Galicia.
… en manos de la junta de castilla y leon. Queda dicho todo.