El silencio de los sables.

¿Lo oyes?…… ¡Es el silencio! Fiel reflejo de lo acontecido en la última sesión plenaria  celebrada en Toreno. Fue el minuto más intenso de estos últimos cuatro años.

Caras serias, largas, vista perdida, no había cruce de miradas cómplices. Se  mascaba la presión en el ambiente ante la falta del funcionario  de turno, que hiciese acto de presencia, para empezar con el guion previsto. ¡Que sesenta segundos! Intensos hasta la saciedad! Hasta el tiempo parecía querer mostrar su cara más amarga y ser partícipe con los acontecimientos que se están viviendo en la guerra interna del grupo socialista.

¡Era el silencio! Lo oyes…? Era el sonido de los sables en alto, había mucha presión, media entrada en el salón de actos, esperando acontecimientos, parecía que algo había pactado. ¡Olía a carnaza! ¡Qué minutazo! Pero ¡eureka! Alguien se dio cuenta de la situación tan tensa que se estaba viviendo, el momento era insostenible, y se percató que uno de los micrófonos  estaba apagado,  procediendo hacer de “electricista de turno”.

Un  simple interruptor, fue suficiente para que todas las “batallas de las neuronas” que se estaban produciendo, volviesen a la realidad. Hay que ver, cuanto da de sí un pequeño botón, algo tan simple les salvo del calvario que estaban padeciendo,  ­que descanso para algunos!  Y como si el tiempo fuese cómplice y  todo fuese orquestado, hasta el funcionario hizo acto de presencia para dar comienzo con el orden del día y dar comienzo a un pleno dónde  las excluidas  dieron un  toque de atención hacia sus compañeros, absteniéndose en algún punto del orden marcado, “quedando en tierra de nadie” y mostrando su “pataleta”, al tratar  de justificar  su  voto por “falta de desconocimiento”. La ruptura era evidente, todo  vale

Pero no quedó ahí el asunto, ese silencio vivido al principio, sirvió para que el resto de la “comitiva”  aprovechara la inferioridad y se explayaran a sus anchas, había público, de cara a la galería había que dejar al menos una buena imagen, aunque no se ajustara a lo acontecido durante esta legislatura, hubo debate, y la resistencia fue nula, brilló  por su ausencia.

“El silencio imperó”

Mariano García