Es la democracia. Imperfecta, sí. Pero es la norma que nos hemos dado para elegir las personas que dirijan nuestras instituciones públicas. La “foto” en el Bierzo ha cambiado. Salvo en contados municipios con alcaldes populares que han mantenido sus bastones de mando, lo cierto es que el sutnami socialista ha barrido importantes núcleos de población. Ejemplos: Ponferrada y Bembibre. En la capital del Bierzo alto la victoria ha sido más contundente, con Silvia Cao aprovechándose de la debilidad y división en el PP. En Ponferrada, capital comarcal, el pueblo ha dicho que tome la palabra Olegario Ramón, esto es, el PSOE. Él y sólo él es que ahora tiene la potestad de iniciar conversaciones para garantizar un gobierno en coalición lo más estable posible. La ciudad, y a la postre la comarca entera, necesita esa estabilidad que tras ocho años de mociones de censura o de gobiernos en minoría han demostrado que hacen mucho daño a la gestión pública.
El Partido Popular de Marco Morala tiene que esperar. Podría intentar una macrocoalición ahora mismo impensable, pero la aritmética se lo permite. Sin embargo, insistimos, es el momento de Ramón. Los ponferradinos han hablado en las urnas.