El pastor

Cuando yo era pequeño nos contaban el cuento del pastor mentiroso que gritaba: que viene el lobooooo! y, cuando los vecinos acudían a ayudarle, él se burlaba de ellos porque no había venido realmente el lobo, excepto a la deleznable imaginación del pastor, que encima se jactaba de ello.

Resulta paradójico que la izquierda rancia española, que tanto odia a Franco, le deba tanto. Una vez más, y ya estaban tardando, al ver amenazado su status de poder, acude al cuento de que viene Francooooo!, y resulta decepcionante ver que, a pesar de que Franco no viene ni va a venir, una parte de los vecinos del pueblo acuden a su llamada, creyendo al pastor, que así mantiene su posición de poder sobre el rebaño. Por otra parte, también es decepcionante que otra parte de los vecinos del pueblo, la derecha española, siga dando explicaciones de que ellos no son el lobo “disfrazado”, en lugar de desmontar de una vez el disco rayado del pastor, convenciendo claramente al pueblo que ya no hay lobos en la comarca.

Los cuentos nos los contaban cuando éramos pequeños para distraernos y para aprender su mensaje, y que en éste está muy claro: no hay que ser mentiroso, ni hacer caso al mentiroso. Y los cuentos también tienen un final… un día vino de verdad el lobo, comió al rebaño, los vecinos sumisos y crédulos al pastor perdieron sus ovejas y se quedaron sin nada, mientras que el mentiroso pastor huyó, cobarde e impunemente, a otra comarca al exilio dorado…

Antonio López