He querido titular estas breves palabras así, porque titularlo “como hacer el ridículo más espantoso y demostrar la irrelevancia más absoluta” quedaba un poco largo. Lo cierto es que a raíz de la tramitación parlamentaria del famoso Decreto ómnibus, han sucedido cosas que convendría mantener en nuestra retina y en nuestro recuerdo.
Decía el PP que no aprobaba el Decreto por, entre otras cosas, la restitución al PNV de un Palacete ubicado en París. Conviene recordar que este edificio fue comprado con fondos aportados por militantes del PNV para ubicar al gobierno vasco en el exilio durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Posteriormente, cuando los nazis ocupan París, la Gestapo lo incauta para dárselo al gobierno de Franco. El PP ha pretendido ignorar la realidad histórica y se ha llenado la boca de improperios contra el actual gobierno de España, algo muy habitual, pero también contra el PNV, algo menos habitual, ya que es uno de los partidos a los que se supone, aspira a convencer para conseguir gobernar si no alcanza mayoría absoluta.
Era tan necesario votar no que iniciaron una recogida de firmas por calles y plazas, lo que debió tener más bien poco recorrido a la vista de las pocas y desangeladas fotos que colgaron en sus redes sociales. Y hasta un pleno extraordinario solicitaron en el Senado, que debería haber sido una sesión triunfal para los populares pero se convirtió en un doloroso bochorno. La portavoz del PP, Alicia García, toda digna, se esfuerza en justificar su no a la subida de las pensiones, a las ayudas al transporte y las ayudas a los afectados por la DANA porque entre otras medidas se regalaba un palacete a un partido político y pocas horas después, la desautorizan ya el PP anuncia que votará sí, argumentando que no le iban a dar un titular ventajoso a Pedro Sánchez. Este es el nivel.
No importan las medidas, no importa si hay o no chantaje, no importa el bienestar colectivo. El PP sigue instalado en la nefasta filosofía Montoro: “que caiga España que ya la levantaremos nosotros”. Es el ansia de poder que se lleva por delante lo que sea con independencia de las consecuencias que tenga para la ciudadanía porque sinceramente, ¿alguien duda que el partido capaz de pasar de la noche a la mañana del “Pujol, enano habla castellano” a hablar catalán en la intimidad no le daría gustoso al PNV su palacete? El PP ha cometido un torpe error, ya da igual lo que voten, el daño que se han autoinflingido ya está hecho, ya no por dañar su credibilidad y dejar en evidencia su falta de coherencia, sino porque ha ofendido profundamente a quien pudiera necesitar como socio. No tuvieron en cuenta que a veces la ciudadanía olvida, pero el PNV siempre recuerda.
Que hables de credibilidad nos suena gracioso,tendremos que preguntarle a tu Sanchinflas al respecto.Un decreto con 80 medidas? dónde se ha visto éso? No salió adelante por culpa del que gobierna España…un fugado de la justicia(es increíble), ése mismo que le dictó a Sanchinflas las medidas que tenían que ir en el decreto después.Tienes el mismo discurso que la Moncloa…en fin..a seguir así,engañando a los VOTONTOS aborregaos que son los únicos que os creen