Tendríamos que bucear en las hemerotecas de la reciente historia del autonomismo para encontrarnos a la figura del que fue en muchos años el alcalde de León, Juan Morano Masa, el enfant terrible que dio luz a la vertiente política del leonesismo frente a la todopoderosa Junta, así, a secas, por aquello que lo de Castilla y León era de todo menos un piropo para la mayoría de los leoneses de los años 80. Morano, encarnación de esos alcaldes populistas, hizo de León un fortín inexpugnable y una capital provincial hija de su tiempo de desarrollo, de ladrillo y de embellecimiento. Nacido en el vientre del centrismo, pasó por independiente hasta llegar al PP de José María Aznar, quien le nombró diputado nacional casi hasta el final de sus días. Siendo senador, Morano desobececió el sentido del voto en defensa del carbón leonés, y allí terminó su larga carrera política.
Tuvo entonces el leonesismo sus mejores resultados y galas con Joaquín Otero, leonés con raíces villafranquinas, esto es, leonés y berciano. Pero desde entonces la UPL como el resto de satélites del “sin León no hubiera España”, no levanta cabeza. El sanchismo está dando alas a los regionalistas e indepes. El efecto contagio que diría Freud, se expande por todo el Estado. Y en ese caladero de votos capitalinos y algunas comarcas concretas lleva pescando el alcalde de León, José Antonio Díez. Eterno rival del aparato oficial de su PSOE. Y como cabeza de puente está sirviendo para que avales y futuros votos ayuden al candidato a secretario provincial socialista, señor Moreno, intente mover del sillón a Cendón, el verdadero hombre fuerte del socialismo en el Viejo Reino. Bueno, salvando a ZP, que el expresidente sigue moviendo hilos acá y acullá. Es lo que tiene haberlo sido todo tan joven. Ahora tienes mucho tiempo.
Y lo que parecía un paseo militar sin fisuras en el socialismo leonés con Alfonso Cendón al frente, vuelve a ser una disputa entre dos que son tres en realidad. Diga lo que quiera, el exdiputado Moreno parece teledirigido por el alcalde de León, que cada día recuerda más a Juan Morano, en paz descanse, en su leonesismo a ultranza dentro de una de las dos grandes fuerzas del bipartidismo español. Y UPL de convidado.