El coste de un Teodoro

El espectáculo que está brindando a la opinión pública el Partido Popular a nivel nacional no tiene parangón alguno con otras crisis y refundaciones que ha vivido el centroderecha español. Mientras permanecíamos atentos a las protocolarias y necesarias reuniones preliminares del presidente Alfonso Fernández Mañueco con el resto de formaciones políticas que han logrado representación en las Cortes de Castilla y León, siempre con la duda de cómo gobernará el PP, si con acuerdos puntuales o con coalición de gobierno; de repente, el foco mediático nacional se trasladó a Génova 13 y a Sol. El choque de trenes entre la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con Pablo Casado, presidente nacional de ese partido. Mostró la punta de un iceberg de malas artes en la lucha soterrada por el Partido Popular.

 

En mi modesta opinión, y atendiendo a maniobras y acciones vividas en el propio PP de León, provincia donde se escribe esta columna, el secretario general dimitido, Teodoro García Egea ha llevado con su particular forma de manejar la manija interna del partido a arrastrar al caos a toda la cúpula dirigente empezando y terminando por el por el propio presidente el palentino Casado.

 

Casado logró una victoria como presidente colándose entre la pugna entre dos damas de hierro populares, la vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría y la secretaria Dolores Cospedal. Pero su liderazgo en vez de asentarse poco a poco y con firmeza, ha tenido en su propio núcleo duro, empezando por su mano derecha, el enemigo por el cual todo se está desintegrando. No valoraremos la honestidad o no de lo que provocó esta debacle. Pero el único que se presenta como líder moderado y asentado del centroderecha es el presidente gallego Feijó.

 

Esperemos que cuanto antes los actos de esta tragedia, con muertos por el camino como el alcalde Almeida y portavoz del PP, culmine con una necesaria catarsis que como en las obras griegas sirvan para mejorar o arreglar lo estropeado. Ahora bien, eso no exime de fracaso y sano ejercicio de dimisión al socialista Luis Tudanca ni al naranjito Francisco Igea en clave regional. Cosa que no harán por supuesto. Faltaría más.

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