Este lugar, conocido en la localidad de Tabuyo del Monte como el Convento de San Vicente, y ubicado no lejos del Monte Teleno, poco tiene del mismo, al descubrir su verdadera historia.
Y esa misma.. nos dice lo siguiente:
La infanta Doña Sancha , hermana del Rey Alfonso VII , otorga un privilegio al Monasterio de San Vicente del Teleno el 13 de Febrero de 1159.
El privilegio gozaba de cuantiosas propiedades, entre ellas dos Ríos y las poblaciones cercanas al Monasterio.
Pero , siete años antes de esta fecha , aparece otra mención al mismo por D. Cabo Menéndez, que nos conduce a pensar y valorar , la posible antigüedad de este lugar y la intención sobre la misma , de la infanta, y su empeño en constituir en San Vicente del Teleno , una institución monástica.
Pero a pesar de sus esfuerzos, y los numerosos privilegios otorgados por los monarcas subsecuentes ,para el Monasterio ,y los intentos de convertir San Vicente en una gran comunidad de Monjes , lo cierto es ,que solo habitaron dos hombres .
Uno , el Prior Esteban , y el otro , su hermano Pedro .
Las continuas alusiones, a través de los manuscritos antiguos, al Prior Esteban , revelaban que San Vicente del Teleno, gozando de un nombrado Prior , constituía todas las cualidades de ser un Monasterio, y no , una iglesia con dos sacerdotes, como en algún momento se cuestionó, donde dos hermanos servirían a Dios en el más absoluto destierro y aislamiento.
Teniendo en cuenta la fecha expuesta , y la fecha en la que San Vicente del Teleno, pasa a pertenecer a Santa Maria de Nogales, transcurren treinta y nueve años .
Treinta y nueve años , que en este enigmático lugar y no menos arriesgado y abrupto paisaje , se desvanece el misterio entre sus piedras , quedando sellada aún más la incógnita.
Treinta y nueve años , gozando de privilegios que abarcaron gran expansión llegando a poblaciones de la Cabrera alta y baja , incluso algunas de Muelas de los Caballeros.
Es pues , en el año de 1198 , cuando el Monasterio del Teleno pertenece a Santa María de Nogales.
Los cientos de años siguientes, y no con pocas vicisitudes sobre este enigmático Lugar, pasa a manos de D. Enrique Guzmán , Conde De Alba de Aliste , en el año de 1558.
Me es grato hablar sobre este paraje donde aguarda esta bella historia, al tiempo que se revelan sus pocos recuerdos, y se desdibujan sus hechizos , sobre las Peñas casi inalcanzables.
Isasy Cadierno