Delegad@ de la Junta

Hoy en día ser delegad@ de la Junta de Castilla y León lleva consigo la importancia y el empaque que el sujeto en cuestión quiera darle. Me explico. Sobre el papel, el cargo viene a ser, y lo es, la cabeza máxima de la representación del Gobierno regional en la provincia para donde se es destinado. A todos nos viene a la cabeza, aquellos gobernadores civiles propuestos por el Ejecutivo nacional con reminiscencias a bigotón y “tener mano” en cualquier asunto de la administración pública en general. Luego, con José María Aznar como presidente, el tan criticado y denostado papel de los poderosos gobernadores civiles se suprimieron por los subdelegados del Gobierno concentrados por autonomías en torno a un delegado nacional regional. Un dato que a muchos se les pasa por alto, el centroderecha fue quien terminó con esa figura que tanto poder aglutinó y se criticó por la izquierda. Ahora los subdelegados de Gobierno centran su agenda en prolongaciones del Ministerio de Justicia, Interior y Defensa, abriéndose paso entre competencias propias y compartidas.

 

Esther Muñoz

 

Pero volviendo a la figura de los delegados de la Junta, el llenado de contenido a este órgano personal de representación regional sigue sumando poder e importancia para la vida diaria de los ciudadanos y para los que de alguna forma o de otra seguimos el mundillo público y político. Hay tantos tipos de delegados como personas desempeñan esa función. En una Comunidad tan grande, los roles pueden partir de un mero papel de primer funcionario de la Delegación, un transmisor de papeles, gestiones y burocracia; como de estrellato con el foco de las cámaras y flashes de la zona sobre su cabeza un día sí y otro también, esto es, político puro y duro. En ese amplio abanico hemos conocido a hombres y mujeres grises, burócratas de la función pública aburridos para la clá periodística, como vedettes que se lo creían y hacían negociar a los miembros de su gabinete papeles estelares en los actos oficiales. “Yo en esa mesa no me siento”. “Eso lo presido yo”. Y cosas similares. A algunos les gustaba salir tanto en la prensa que hasta hacían un recuento con otros cargos de la provincia para llevar una imaginaria competición de fotografías y apariciones públicas.

En el Bierzo además, la cosa se complica por la posible duplicidad con el cargo de coordinador comarcal de la Junta, aunque actualmente la exsenadora, Silvia Franco ha renunciado al barniz político por el de jefa de funcionarios y servicios regionales en la singular comarca. En León tenemos nueva delegada, también exsenadora. Esther Muñoz. La imagen de mujer, joven y suficiente preparación es su punto de partida.

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