De cómo demoler las térmicas (y sus torres) es un suicidio económico (y no nos lo merecemos)

Reino Unido y la arqueología industrial. Hace años hice un viaje a Cambridge, Reino Unido. Un domingo tuve la ocasión de ver una representación teatral de “Los miserables” en una antigua factoría de la época de la Revolución Industrial, un escenario ideal para ver este tipo de obras, de la que entonces ni existían los musicales, ni la película había adquirido tanta relevancia. En aquella época estaba iniciándose en Gran Bretaña la tendencia de crear museos ferroviarios y se imponía la Arqueología Industrial, es decir, conservar edificios del siglo XIX y principios del XX, antiguas fábricas, minas, etc. para albergar exposiciones de “artifacts” y objetos de una era que se caracterizaba por sus avances industriales, algo que ha contribuido al desarrollo de muchos países. Estos días veo cómo los dirigentes del PSOE y de Podemos del Bierzo, de León y de toda España, con unas consignas nada acertadas tienen intención de dinamitar las torres de refrigeración de la térmica de Ponferrada. Y mientras tanto, los dirigentes británicos se han aferrado a este tipo de turismo o aprovechamiento de bienes y servicios de una forma realmente magistral. ¿De qué piensan que va a vivir la provincia de León si no es del turismo? En casos de emergencia energética –que los puede haber, dado el precio de nuestras energías- si necesitáramos un complemento para cubrir las necesidades… ¿dónde estarían nuestras térmicas, sepultadas entre escombros? Y ojo al dato, que la energía procedente de las térmicas es permanente y continua. La de los molinos eólicos y las plantas fotovoltaicas depende del viento y del sol.

 

Fábricas del valle del Derwent

 

 

Pink Floyd, “Animals” y la Battersea Power Station. En relación con el tema anterior, hace unos días me he enterado de que la legendaria central eléctrica de Battersea Power Station se convertirá en un edificio para la vivienda y el ocio. Hace muuuchos años por Reyes me regalaron el disco “Animals” de Pink Floyd, donde aparece este edificio. Y también aparece en la película. ¿Qué tal si los británicos hubieran decidido dinamitar estas instalaciones en una decisión frívola de los políticos? Pues que ahora no tendrían ni edificio, ni viviendas, ni centros comerciales, ni puestos de trabajo, ni ná de ná. Pero es que ellos, para su fortuna, no tienen los políticos del PSOE y Podemos a los que tenemos que sufrir en España.

 

Battersea, el icono industrial que inmortalizó Pink Floyd resucita como un “santuario del ocio”

 

 

El caso de Alemania, unas pinceladas. Antes de la guerra de Ucrania, Alemania ya había puesto en marcha una gigantesca mina de carbón que discurre bajo un bosque, y eso que los alemanes eran los que nos ponían “firmes” a todos los demás “hermanos pobretones” de la Unión Europea. Pero a los alemanes no les tembló la mano cuando iniciaron este camino de conservación de una fuente de energía que podrían necesitar. En este artículo se ofrecen otras razones por las que, al estallar la guerra de Ucrania, se vieran en la necesidad perentoria de tener una alternativa, aunque fuera el carbón. ¿Por qué? Muy sencillo, porque el suministro de gas, petróleo, etc. que iban a recibir del extranjero no iba a cubrir sus necesidades. En el artículo se dice clarito: cuando Rusia “corte el grifo” del gas a ciertos países europeos, entonces esos países no lo tendrán tan fácil para pasar del gas al carbón. Mientras tanto, Sánchez recibiendo gas de Rusia y, con ello, contribuyendo a financiar su invasión de Ucrania. Ni el que asó la manteca.

 

https://www.businessinsider.es/alemania-tiene-facil-volver-carbon-otros-paises-1115269

 

https://www.leonoticias.com/mineria/carbon-doble-cara-20230114200528-nt.html

 

 

Al Gore, Greta Thunberg, Greenpeace y demás falacias. Hace unos años me hice socio de Greenpeace y aporté mi cuota para lo que ingenuamente creía era “salvar el planeta, las ballenas y demás historietas”, que otras personas bienintencionadas también creían. Poco después de ver que allí había mucha política, me enteré de que Greenpeace no era más que la tapadera del Grupo Rockefeller, para “seleccionar” contra qué intereses económicos se protestaba y contra cuáles no, porque pertenecían al conglomerado Rockefeller, uno más de los componentes que con sagas gigantescas, como el grupo Rothschild, formaban las grandes élites que formaban el país. Nada mejor que controlar el mundo económico a su antojo que tener a un “grupo ecologista” contratado para, insisto, decidir contra qué empresas había que ir y a qué otras había que dejar en paz. Algo así como lo que está haciendo ahora Soros con “Open Arms”, utilizando una supuesta ONG para traernos inmigrantes ilegales. Lo de Al Gore y Greta Tunberg es parecido, aunque no igual. Cualquiera que bucee un poco en Google sabrá la inmensa fortuna que cosechó en su momento Al Gore y la que está amasando ahora Greta Thunberg con los ingresos percibidos por conferencias,  libros, documentales, asistencia a congresos, etc., esta última contando con la ayuda imprescindible de su padre, un “manager” que ha sabido encontrar un buen filón.  En fin, siguiendo con Al Gore, éste también supo encontrar una mina en lo que hacía, cuando ciertos disidentes, desde el campo científico y el político, empezaron a ver que la “cruzada” que hacía Al Gore era un simple enriquecimiento, planteando cuestiones muy lacrimógenas que movieran al personal a la lucha contra ciertas cosas. Pero todo eso no se tenía en pie, porque llegado el momento de las cifras y los datos, nadie podría creer que alguien, ajeno a la esfera científica, pudiera hacer lo que hacía por “amor al arte”.

 

https://www.eleconomista.es/desarrollo-sostenible/noticias/330934/12/07/Al-Gore-multiplica-su-fortuna-por-50-con-el-cambio-climatico.html

 

 

https://www.libremercado.com/2019-08-20/greta-thunberg-es-una-tapadera-que-oculta-un-suculento-negocio-a-cuenta-del-cambio-climatico-1276643504/

 

 

Nuestros gobernantes nos quieren “suicidar”. Cuando el presidente de nuestro gobierno se jarta a hacer viajes públicos y privados en nuestro “Falcon”, y por otro lado, su gobierno, dice que los aviones son los que más contaminan de todos, vemos que sus colegas a escala regional quieren condenar a León y otros lugares de España, a prescindir no solo de las minas de carbón (y los empleos que habían generado), sino también a que prescindamos de nuestras térmicas que generaban energía eléctrica y ya, lo último… es que prescindamos de edificios emblemáticos que en su momento dieron muchos puestos de trabajo, riqueza y energía, en una tierra fría como un témpano como es León. Ni siquiera nuestros gobernantes quieren que conservemos ciertos edificios e instalaciones para darles un uso aunque fuera museístico  o de otro tipo. Saltándose todas las normas de lo que puede ser la austeridad, la ecología, el ahorro y el aprovechamiento de unas instalaciones ya existentes (que dadas las circunstancias, podrían ser necesarias en el futuro, debido al alto precio de todas las fuentes energéticas), nuestros gobernantes NO nos escuchan, ni siquiera escuchan a quienes les votaron, en un ejercicio de soberbia y chulería nunca visto. Ni siquiera escuchan a aquellos políticos de su partido que no ven adecuada la destrucción de un patrimonio que en Gran Bretaña considerarían como un tesoro de la arqueología industrial y que en otros países utilizarían para cualquier fin menos el del suicidio económico y energético. Los británicos han aprendido la lección de que el patrimonio histórico-artístico supone una fuente de ingresos a escala nacional. Nosotros, en España y en León, no. Lo que tenemos lo dinamitamos. Y luego ya, si eso… ya si eso nuestros gobernantes se arrepienten, piden disculpas y a otra cosa, mariposa. Más aún en la situación que está el Bierzo, la provincia de León, la comunidad autónoma de Castilla y León, lugares de los que se van a menudo…. ¿cuántas personas, señores políticos del PSOE?

 

Ah, claro… que al final… con decir que algunos somos conspiranoicos y/o que estamos teledirigidos por otros partidos, etc. ya con eso se autojustifican.

 

Sólo pediría una cosa a nuestros gobernantes del PSOE que quieren dinamitar nuestro patrimonio: lo que Vds. pretenden hacer es posible que sea ilegal, puesto que son unos edificios y un patrimonio perteneciente a todos los bercianos, leoneses y castellano-leoneses. Y por supuesto lo que pretenden hacer es inmoral, porque no pueden condenar a la ciudadanía a prescindir de unos bienes y servicios que con esos edificios e instalaciones en pie, podrían dar lugar a la creación de puestos de trabajo, al progreso (¿y ustedes se dicen progresistas?), a una alternativa energética en caso de emergencia, a un fomento del turismo y la arqueología industrial.

 

No me puedo atrever a decirlo, porque ni tengo pruebas ni tengo datos, pero dada la trayectoria de este tema de cargarse minas, térmicas y todo aquello que supuestamente (que no realmente) ataque al supuesto “cambio climático”, podría decir que estamos ante el caso de un suicidio económico, energético y laboral de nuestro presidente Sánchez, que tal vez –y he de decirlo así- está siendo favorecido por otros intereses, empresas, élites, países y al que no le importaría vender nuestro país por un plato de lentejas. Como se dice ahora, ahí lo dejo.

 

Nuestros gobernantes nos quieren “suicidar” por cuenta ajena.

 

 

 

Autor:

Francisco González Fernández