Cosas que pasan

El diario más viejo del planeta, el austríaco Wiener Zeitung (El Periódico Vienés, en su traducción), acaba de terminar para siempre sus publicaciones en papel. Lo ha hecho después de 320 años de existencia y de informar a los vieneses y a todos aquellos quienes los compraban o estaban suscritos en otras latitudes de Europa. La noticia, la decisión del cierre, ha llegado hasta al Parlamento de Austria y ha causado, además de revuelo, una gran conmoción laboral, porque serán despedidos más de 200 empleados. Remontándonos a la historia, el Wiener Zeitung fue fundado en 1703 y en el actual 2023 fue considerado el diario “más longevo” que se imprimía sobre la faz de la Tierra; no obstante, la dirección del tabloide indicó que seguirá existiendo en el formato digital. ¿Se imaginan leer el anuncio de representación de obras de un tal Mozart, por ejemplo? Siempre nos quedará el ABC, como decía Gonzalo Torrente Ballester: “Iba yo con mi ABC bajo el brazo, cruzando la Plaza Mayor de Salamanca, como todo buen español…”

En León, y más concretamente en el diario digital más leído y que ganó hace tiempo la partida al decano de papel, nos hemos desayunado hace unas horas con el descabezamiento directivo por una guerra interna que estaba haciendo peligrar este liderazgo ganado en dura liza. Y es que los vientos del norte no son nada buenos para la temporada estival en la que nos encontramos. O si no, que se lo digan por este orden a la Unión del Pueblo Leonés, el Partido Socialista o al Partido Popular. El viernes, es decir mañana, para ustedes, los leonesistas deshojarán la margarita (valga la redundancia por la Torres) de con quién gobiernan en el Ayuntamiento de la capital y en la Diputación de León. Los cuchillos, las llamadas, las reuniones, las promesas y las peticiones están haciendo perder la cabeza a más de un político cazurro. En las apuestas gana la opción de pacto UPL-PSOE, “la Dipu para mí y la Alcaldía para ti”, que diría Sendino a Díez. El juramento podían realizarlo en el claustro de San Isidoro adornado con los pendones de las localidades leonesas principales. Sobran gañanes y faltan guzmanes en el León político del siglo XXI. En Ponferrada, visto lo visto en la fiesta del Castillo, se impone la moda templaria como uniforme obligatorio.

ABC