Corazón de España

Sí, hablemos de Madrid. Lo vivido en la campaña electoral de la Comunidad vecina no puede dejarnos indiferentes. Existen varios elementos del análisis que se puede y debe realizar con similitudes o diferencias con Castilla y León.

En primer lugar, el mensaje de Madrid como centro de la nación, donde tienen cabida los ciudadanos de todas las regiones suena mucho a la realidad histórica de que Castilla y León ha sido y mantiene el sentido de corazón de España. La generosidad de ambos reinos, el leonés y el castellano viejo, para con la formación de nuestra nación no tiene parangón. Hemos y seguimos aportando recursos y hombres con un empuje de sentido universal que no se ha evaporado de la idiosincrasia castellano y leonesa. El equipo de Ayuso, en Madrid, ha bebido mucho del discurso histórico de Castilla y León como destino final a una causa de una sociedad mejor, una España mejor, un Madrid mejor.

El «granero» del Partido Popular está en crisis. No en vano no se ganaron las elecciones regionales a la Junta. Las ganó justamente el PSOE. El poder se sustenta en una coalición que mucho nos recuerda a la del CDS con el refundado PP y un final sabido por todos. El PSOE tiene también que tomar nota que su giro hacia la extrema izquierda sólo propicia un crecimiento de la extrema derecha, la radicalización de no sólo la política sino la vida de todo el país. Tiene gracia, los regeneradores de la democracia, los verdugos de la partitocracia y los deshacedores del sistema bipartidista no han resistido ni una década en el escenario político. Ni Rivera, ni Iglesias están y tampoco se les espera.

Desaparecido con el tiempo y la lógica Ciudadanos sólo faltará para la reconstrucción del centroderecha el potencial voto de Vox. Un reto como a los socialistas le pasa con Más Madrid. Con lo que si históricamente podemos reclamar el corazón de España para nuestra Comunidad, no podemos negar que Madrid es por derecho propio el termómetro y el fenómeno sociopolítico al que atender para comprender hacia dónde camina España. Independentismos aparte claro está.

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