Ciudadanos versus CDS

La pugna soterrada que mantienen Inés Arrimadas y Francisco Igea por el control de su partido, Ciudadanos, ha llegado a Castilla y León. Mientras Arrimadas rehúye la pugna abierta y a las claras, Igea que, ojo al parche, no se ha postulado aún como sustituyo de Alberto Rivera, actúa internamente un día sí y otro también. Él que dio a luz gracias a un parto enrevesado, oscuro y escandaloso llevándose por medio a toda una expresidenta de Cortes y exconsejera de la Junta de Castilla y León. Igea y todo lo que su grupo de acólitos supone no es algo que no se debiera tomar tan poco en serio la andaluzacatalana.

De momento, Ciudadanos en León tuvo su dosis de escándalos con Sadat Maraña y compañía. Y ahora, se parte en dos como un melón milimétricamente. Por un lado Mitadiel, con puesto de gerente regional de Salud, y por otro Villarroel, con puestos en Ayuntamiento, Diputación de León y secretaria de comunicación regional. La ruptura ha trascendido de la realidad a los papeles y de los papeles a la conversación de bar o de tertulia política radiofónica. No sólo en la provincia de León, en toda Castilla y León Ciudadanos está partido en dos.

Y mientras se aclaran con el congreso nacional, asamblea o como demonios quieran llamarlo, las siglas sufren de credibilidad y las declaraciones contradictorias seguirán haciendo crecer la grieta desde los que se inclinan hacia un centro idílico inexistente y los que sin embargo miran su futuro hacia el centroderecha real ocupado tradicionalmente por el Partido Popular.

Yo no sé a ustedes, pero al periodista esta historia le suena a repetida y como en sueños vuelvo a ver una operación a gran escala de pase de procuradores y alcaldes hacia la diestra y la siniestra, siendo precisamente el PP el que devorara como Saturno a sus pobres hijos por haber querido jugar a la política sin su consentimiento. Yo que la Arrimadas tomaría precauciones porque Igea será brusco, pero nada tonto.

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