Antonio Maceo, Máximo Gómez y el “cabito” de Castropodame en la Guerra de Cuba (y II)

Gracias a las investigaciones de Rafael Goyanes González, conocemos algunos detalles más del cabito de Castropodame, como que era bajo de estatura, pero por lo que sabemos bravo. Al final tuvo suerte y logró salir vivo de Cuba y vivir en España como cartero. Quizá su participación en la Guerra de Cuba le sumó puntos para obtener ese puesto. Tengo que buscar donde proceda alguna documentación sobre este detalle. En Castropodame, la versión más conocida sobre el “Cabito Fuente” alude a una acción militar de carácter individual, llevada a cabo por este español de mi pueblo en la que utilizó como “armas” una lata de gasolina y algo similar a un mechero. No tengo un relato por escrito a quienes conocen esta historia para así poder minimizar los errores que siempre se producen al trasmitir la información; pero lo que recuerdo es que el cabo en cuestión aprovechando la oscuridad, se acercó hacia lo que podría ser un campamento de prisioneros españoles y prendió fuego en sus cercanías. Los enemigos de España salieron a apagar el fuego y el de Castropodame aprovechó entonces para liberar a los cautivos. Insisto en que no he visto confirmación, ni siquiera indicio alguno documental de que este suceso fuera cierto. En conclusión cabe señalar que este militar de Castropodame fue uno más, de los miles de españoles que lucharon en Cuba para conservar lo último que quedaba del antiguo y extenso Imperio Español. Imperio Español o España de Ultramar. La palabra “imperio” suena muy mal para muchas personas que se consideran progresistas y ello me da pie para analizar aunque sea un poco por encima la Guerra de Cuba y en general el acoso al que desde hace siglos (en mi opinión) ha estado y sigue estando España.

HEROES O VILLANOS. ESTA ES LA CUESTION

En muchos libros y tratados de historia se alude a personajes como Antonio Maceo y otros muchos que se rebelaron contra el Imperio Español o contra España como héroes y libertadores de la Humanidad. Es una música muy bonita y un punto de vista respetable, pero…a veces hay que hacer de “abogado del Diablo”. La Constitución Española del año 1812, consideraba ciudadanos españoles también a quienes vivían en América. Es cierto que esa Constitución fue rechazada por el Rey Fernando VII, que luego la aceptó a la fuerza y que en España tuvo enconados partidarios y detractores. En cualquier caso todos aquellos que decidieron ser “Caudillos” de pueblos o tierras que se dedicaron a desmantelar el Imperio Español, eran nacidos españoles (Simón Bolívar por ejemplo) y en algunos casos recibieron una buena educación en el Imperio Español. Educación que luego utilizaron para descomponer ese imperio. Creo que esto se parece mucho a una traición.

Se puede argumentar que lo hicieron por justos motivos. Puede ser. Pero también es posible que esos caudillos (Francisco Franco también es un caudillo para muchos), en realidad lo que hiciesen, fuera simplemente empujar a sus compatriotas a una lucha, cuyo fin era desgajar trozos del Imperio Español, en los que esos caudillos esperaban ser los reyezuelos, jefecillos o como se les quiera llamar. En definitiva, un engaño en toda regla a los que decían que querían liberar. ¡¡ Vaya sorpresa !!.

Respecto al gobierno de España de la época se ha escrito que se limitó a salvar la Monarquía. Sabían que la pérdida de Cuba era inevitable y también que si se renunciaban a presentar guerra, incluso a los EEUU, una gran parte de la población española lo consideraría una traición, que podría dar lugar a una rebelión que cavaría con la Monarquía. Puede ser. La opinión pública española creía que se podría derrotar fácilmente a los “yankees”, aunque los jefes militares españoles no lo tenían tan claro, ni mucho menos. Pero también hay otros modos de ver el tema.

En aquella época conceptos como el honor y la obligación de ir a la guerra, aunque las posibilidades de vencer sean escasas, no se veían quizá como hoy en día. “Mejor morir como un valiente, que vivir siendo un cobarde”. “Mejor viuda de un héroe, que esposa de un cobarde” “Mejor honra sin barcos, que barcos sin honra”. La lista de frases en esta línea es variada. Por tanto, el gobierno español y aún sabiendo que se avecinaba el desastre hizo lo que la nación pedía. Hoy en día quizá se podría haber resuelto el tema con una consulta (referéndum) tanto en la España Peninsular como en sus posesiones de ultramar. Habría que saber cuantos cubanos, por ejemplo, quería la independencia. Pero entonces ni la mentalidad democrática, ni la información de la opinión pública, eran las de nuestros días. Así pues, los políticos de turno tomaron posiblemente la única opción posible o mejor dicho la menos mala. Mi amigo estudioso de la Guerra de Cuba (Rafael Goyanes), opina que se debería haber abandonado Cuba y sus zonas próximas (Puerto Rico) y haberse concentrado en la defensa de Filipinas… En Cuba los americanos tenían mucha ventaja. Estaban casi “en su casa”.

Otra cuestión que es objeto de discusión estriba en el hecho de que se podía evitar ir a Cuba a pelear, si se tenía capacidad para abonar una cierta cantidad de dinero que sólo los pudientes podían abonar. Así pues los ricos contribuían a la defensa de España, con dinero y los pobres…arriesgando su propia vida. Pero claro esto es como poner precio a la vida. Mejor si hay que ir, ir todos , con lo cual se evitarían motivos para decir que la guerra es cosa de pobres. Iguales ante la vida y ante la muerte, al margen del dinero.

En cuanto al ejército español en mi opinión nada hay que reprocharle. Tuvo que luchar contra las enfermedades (causantes de la abrumadora mayoría de bajas) y contra los enemigos de España y en unas condiciones muy adversas sobre todo en la guerra naval. No es cierto que los barcos españoles fuesen de madera, (como he leído en algún libro) pero si lo es, que la escuadra americana estaba mucho mejor preparada que la española según los tratadistas militares y que luchó en condiciones abrumadoramente favorables a nuestros enemigos. El ejercito cumplió con su obligación. Luchar si lo exige el deber, aunque sea sin posibilidades de vencer y en especial la escuadra o escuadras en Cuba y Filipinas.

LOS AMERICANOS

Es evidente que la expulsión y salida por la fuerza de España de Cuba y Filipinas y otras tierras que aún poseía en la que se llamaba España de Ultramar entonces; no se hubiese producido de igual modo, si los EEUU no hubieran intervenido. Estos no tuvieron por lo visto muchas dudas sobre lo que hacer. Estaban decididos a expandirse por las buenas (comprando Cuba por ejemplo) o por las malas (intervención militar) . Como reza un lema de un conocido país de América de Sur, “por la razón o por la fuerza”. Así de simple.

Los americanos sabían que podía sacudir y sacudieron. Impusieron su dominio y punto. Los “libertadores” cubanos y filipinos de entrada se alegraron mucho, pero cuando fueron expulsados los españoles, pronto se dieron cuenta de que sólo habían cambiado de manos. “Cambiarás de molinero, pero no de ladrón”, dice un refrán español. Entonces ya era tarde. Los americanos estuvieron (siguen aún en cierto modo) incordiando a la “Cuba Libre” cuanto estimaron oportuno para los interesa de Estados Unidos. Algo similar ocurrió en Filipinas. Hay abundante información al respecto. Basta leer.

No obstante los americanos si supieron al menos en Cuba maquillar su actuación y de tal modo que un político español (célebre para muchos y no tanto para otros) llamado Sabino Arana intentó enviar un telegrama de felicitación el presidente de los Estados Unidos por haber concedido (en 1902) la independencia a Cuba e incluso insinuaba que Europa debería “liberar” al País Vasco de España lógicamente. Con la humillación y enorme disgusto por la derrota (“más se perdió en la Guerra de Cuba”) aún muy reciente entre las gentes de España, ese telegrama causó una gran indignación. Su autor el famoso Sabino Arana fue encarcelado, aunque es verdad que muchas personas no creyeron que fuese ese un castigo merecido. Así son las cosas. Para el nacionalismo vasco entiendo que Sabino Arana es un mito, un héroe. Para el resto de los españoles…seguramente no tanto. Se le ha acusado de racista, machista y por supuesto antiespañol.

LA HERENCIA DEL INDEPENDENTISMO

Así pues, hay opiniones para todos los gustos. Añado que los problemas que aún hoy día tenemos con los independentistas españoles (vascos, catalanes, gallegos esencialmente) tiene su origen en un movimiento surgido en el siglo XIX y que desde entonces ha mantenido una dirección y sentido inalterables: provocar la desintegración de España. En el siglo XIX lo lograron con la España de Ultramar (o el Imperio Español si se quiere) y la Guerra de Cuba fue así un episodio más de la progresiva destrucción de España y sus posesiones. En el siglo XXI el ataque está ya centrado en el mismo corazón de España. Veremos como acaba la historia.

Ahora resulta que muchos habitantes de tierras que fueron españolas, vienen a la Madre Patria en busca de un futuro mejor. Hemos de acogerlos lo mejor que sea posible, por razones humanitarias y ello es ya suficiente. También porque los españoles en algunos épocas hemos salido de España en busca de una vida mejor; pero “lo cortés no quita lo valiente” y no está de más un poco de pedagogía. Habría que regalarles un ejemplar de la Constitución Española de 1812, en la que se les reconocía como ciudadanos españoles. Así pues los habitantes de Cuba (por ejemplo), eran tan españoles como los de Castropodame. Quizá mejor les hubiera sido seguir siéndolo. No lo son entre otras razones, porque un grupo de ”hinchapelotas” como Antonio Maceo y otros muchos “caudillos”, empujaron a sus compatriotas a una serie de guerras contra España, en las que miles de soldados españoles tuvieron que luchar y morir. La Historia tiene muchas caras y hay que ver todas, no sólo las que nos gustan.

Madrid, 31 de julio de 2024 // Rogelio Meléndez Tercero