El denominado “Corredor Atlántico en España” es el término bajo el cual se denomina el proyecto de un futuro conjunto de líneas ferroviarias que formarán parte del Corredor Atlántico europeo, incluido en la Red Transeuropea de Ferrocarril. Junto con el Corredor Mediterráneo, que ya lleva años en construcción, es y será uno de los dos corredores principales de la red ferroviaria europea. Ambos (Eje Mediterráneo y Eje Atlántico) han sido diseñados para crear, por medio de nuevos y modernos trayectos ferroviarios de ancho europeo y velocidad alta, nuevos enlaces por tren para los millones de toneladas de mercancías y contenedores que cada día llegan por mar a los puertos españoles y se necesitan llevar al interior de la Unión Europea, no ya por nuestras congestionadas carreteras, sino por el más adecuado, e infrautilizado, medio para mercancías pesadas que es el tren.
Como quiera que en Bruselas las cosas van, también, despacio, se ha fijado para no antes del 2050 la construcción y puesta servicio (con fondos europeos, en su mayor parte) este nuevo eje ferroviario atlántico español. Hasta el momento lo único que hay son proyectos sobre el papel y estudios sobre el terreno.
Como decimos, el corredor, al pertenecer a una Red Transeuropea de Transporte, se construye de tal modo que sea compatible con los trenes que recorren toda Europa. Por ello, el corredor dispondrá del ancho de vía internacional (1.435 mts), de electrificación a 25 kVac y de sistema de control ERMTS, con una vía de doble sentido (de ida y de vuelta). Los apartaderos permitirían la circulación de trenes de hasta 750 metros de longitud, toda una marca en España, donde el tamaño medio de los convoyes de mercancías tradicionalmente ha sido (los mayores) de apenas unos 400 metros. El aumento de longitud supone un ahorro de energía y se considera muy importante para impulsar el transporte rentable de mercancías y de containers por ferrocarril.
Estos nuevos trenes extra largos de mercancías, que van con dos locomotoras eléctricas en tándem, pueden mover de media hasta 1.230 toneladas de carga en contenedores, lo que equivale a 49 camiones grandes.
La historia nos cuenta que el ferrocarril en España (construido trabajosamente a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX) fue una bendición de trabajo y actividad económica para las ciudades que, como Astorga, lograron que el trazado ferroviario pasara por ellas, siendo dotadas de estaciones de tránsito y de grandes apeaderos y descargaderos de mercancías. Aquel logro se lo debemos a nuestros gobernantes municipales y, sobre todo, a nuestros diputados y senadores provinciales en las Cortes de Madrid durante los reinados de Isabel II, Alfonso XII y Alfonso XIII; políticos irrepetibles de tal talla de los que Astorga, y León, por desgracia, no han vuelto a tener.
Gracias al ferrocarril, al trazado de Madrid-La Coruña (con sus enlaces cantábricos y hasta Cataluña vía Zaragoza), además del otro gran logro que fue el ser la ciudad meta final de la Vía de la Plata desde Plasencia, la Astorga de fines del XIX y comienzos del XX logró una sobresaliente revitalización económica (con el añadido de la asignación de una guarnición militar) con el surgimiento de numerosas fábricas harineras y chocolateras que en el ferrocarril hallaron la posibilidad de su nacimiento, progreso y desarrollo para la llegada de las materias primas y distribución nacional de sus productos.
El esfuerzo de España fue verdaderamente hercúleo en el siglo XIX. La Guerra de la Independencia dejó arrasada España gracias a nuestros vecinos franceses, y luego la inestabilidad política y las tres guerras civiles carlistas tampoco ayudaron al proceso de modernización del país. Igualmente, el relieve accidentado y compartimentado de España (somos el segundo país más montañoso de Europa después de Suiza) hizo difícil y más costoso que en el resto de Europa construir todas las líneas de ferrocarril españolas; igualmente hizo que el ferrocarril en España fuera más lento y sus trenes de mercancías más pequeños que en el resto del viejo continente (en España las locomotoras tenían que salvar, en largos trazados en zigzag, altas montañas y sierras para pasar de unas regiones a otras). Por ello, en el último tercio del siglo XX en cuanto España se dotó de una moderna red de carreteras y el éxito económico hizo posible que cada familia española tuviera un automóvil, el ferrocarril tradicional, de mercancías y de pasajeros, entró en decadencia al no poder competir en rapidez ni en precio con camiones y coches.
Solo la llegada del AVE revitalizó el ferrocarril en nuestro país en los últimos treinta años, aunque, por desgracia, solo en los tramos entre las grandes ciudades y zonas más pobladas del país, con gran rentabilidad económica. La denominada España interior, o vaciada, ha vuelto a quedar postergada de esta modernidad.
Por ello, Astorga permanece hoy olvidada en estos nuevos trazados ferroviarios y nuestra estación de ferrocarril va camino de convertirse, tristemente, en un museo sin visitantes.
Toda esta historia ferroviaria ha sido sobresalientemente estudiada por Alberto Matías García y Marco Antonio Macía en su monografía de “El Ferrocarril en Astorga” publicada en el año pasado del 2023. Libro que debería de estar en todas las casas de Astorga.
Aquellos tiempos pasaron y la Astorga de hoy necesita perentoriamente engancharse al trazado del nuevo Corredor ferroviario Atlántico sino queremos quedarnos limitados a ser una decreciente Ciudad de cada vez menos servicios, solamente aferrada, económicamente, al turismo y al Camino de Santiago.
El que el nuevo trazado ferroviario europeo de mercancías llegara a pasar por Astorga, siendo ésta dotada de una gran estación de tránsito, con un gran apeadero, para el nuevo Corredor Atlántico que una los grandes puertos gallegos de La Coruña, El Ferrol y Vigo con Europa a través del Bierzo, Astorga, León y de allí a Francia, implicaría una nueva época de progreso para la Ciudad.
Igualmente, un viejo proyecto de la OTAN, de los años 80 del pasado siglo XX, convertía esta misma ruta ferroviaria en una ruta logística de primera categoría para reforzar desde los convoyes atlánticos toda la política de defensa de Europa occidental. Y si deseamos que nuestro Regimiento RALCA 63 que, dentro de poco, y gracias al Sr Putin, volverá a tener lanzadores cohete de última generación, vuelva a ser una unidad militar puntera de nuestro Ejército de Tierra, aumentando su presencia en la Ciudad, es vital volver a contar con un enlace ferroviario de gran capacidad moderno, de ancho europeo y de “Velocidad Alta”.
Muchas personas que lean esto puede que no conozcan estos proyectos, ni esta batalla inmediata que Astorga y nuestras autoridades locales, provinciales y regionales, nuestras cámaras de comercio y nuestros agentes económicos, deben de librar con todas las armas que la democracia y los legítimos intereses políticos y económicos en defensa de nuestra tierra, les dan en una sociedad libre y competitiva.
La financiación de este futuro “Corredor Atlántico Noroeste” ha generado tensiones debido a los siempre limitados recursos públicos. Por ello, hasta ahora desde los gobiernos de España se ha preferido propiciar el avance de otros ejes de comunicaciones y tránsito de mercancías como es el Eje Mediterráneo (Algeciras-Málaga-Valencia-Barcelona-Francia). Eje Mediterráneo, por cierto, que lleva ya años siendo financiado con preferencia por los Gobiernos de España y que, como hace unos pocos días publicó la Verdad de Murcia se halla ya construido al 80%.
Entre tanto, desde hace ya casi una década, los gobiernos regionales de Galicia y de Asturias (Castilla y León no se sabe) han venido reclamado los fondos necesarios para diseñar y emprender esta nueva conexión ferroviaria atlántica de gran capacidad que es fundamental para el progreso del noroeste peninsular zona de España cada vez más postergada y olvidad por el estado de las autonomías.
Es evidente que, en el diseño y elección del trazado para este futuro nuevo Corredor Ferroviario Atlántico de mercancías con Europa, hay abierta una gran lucha política y de intereses.
Galicia había apostado en un enlace directo con León a través del Bierzo (Ponferrada y Astorga). Para ello había que salvar el gran farallón montañoso de los Montes de León; técnicamente es más caro pero es perfectamente realizable con la tecnología y medios actuales. Sería un trazado también, una vez realizado, más corto y rápido, y para Astorga, Ponferrada y nuestra tierra leonesa, en su conjunto, sería una bendición económica.
Sin embargo, Portugal presiona para que se dé primacía al Eje ferroviario portugués desde Lisboa y Oporto, en detrimento de Galicia, dejando completamente de lado el paso por León. El noroeste español quedaría así, de nuevo, olvidado durante medio siglo a nivel de nuevas infraestructuras de comunicaciones y de comercio.
Nuestro gobierno regional desde Valladolid debemos de pensar que está defendiendo también a los puertos gallegos y su conexión con la Meseta a través de León, pero hete aquí que hace unas semanas nuestro portento de presidente regional, el Señor Alfonso Mañueco, del PP, al parecer en acuerdo con el vallisoletano Ministro de Transportes, señor Oscar Puente, del PSOE, ha ido a Portugal a propugnar al futuro Corredor Ferroviario Atlántico a través de Portugal, Salamanca y Valladolid (como no), dejando de lado Galicia y todo León.
Algo verdaderamente que pasma…
El que esto escribe, aunque hace ya más de cinco años dejó la curia municipal (que decían nuestros padres romanos) y está ya desconectado de todo lo que se mueve en las altas instancias, en su época de Alcalde (2015 – 2019) conoció y trabajo mucho para ir poniendo las bases que hicieran posible que esa nueva y gran infraestructura ferroviaria de alcance europeo pasara de Galicia al interior de España y de allí al centro de Europa, a través de León, y a través de Astorga.
Recuerdo que un “hombre de la casa” en Renfe, don Alberto Matías García Alvarez (por entonces Director General de Estrategia y Desarrollo de Renfe) me explicó con detalle, en agosto del 2017 (aprovechando que fue invitado a dar el Pregón de las Fiestas de la Ciudad), en mi despacho de Alcaldía en que consistía el proyecto, o mejor dicho los proyectos, del nuevo Eje Ferroviario Atlántico.
Junto a muchos problemas y temas que un Alcalde tiene que atender en su día a día recuerdo que durante aquellos cuatro años se hicieron muchas gestiones y viajes a Madrid y a Galicia. Recuerdo haberme reunido en Santiago de Compostela, acompañado de otros siete Alcaldes (entre ellos alguno del Bierzo y varios gallegos) con el por entonces Presidente de la Junta de Galicia señor Alberto Núñez Feijó a fin de aunar esfuerzos para lograr que fueran los puertos españoles de Vigo, Pontevedra, La Coruña y El Ferrol (y no los portugueses de Oporto y Lisboa) los elegidos por el Gobierno español para que arrancara desde ellos ese nuevo eje ferroviario de mercancías atlántico de gran capacidad y que el mismo entrara en Europa por la línea más corta, atravesando los Montes de León y a través de Ponferrada, Astorga y León.
Recuerdo también que como Alcalde de Astorga eché mano de mis diputados y senadores en Madrid, don Eduardo Fernández García y don Luis Aznar Fernández, a fin de que me consiguieran (y así lo hicieron) sendas entrevistas con los Señores Directores de RENFE y de ADIF, a fin de hacerles saber la disposición total de los poderes municipales, provinciales y, por entonces, también regionales, interesados en que aquel proyecto saliera adelante, trayendo para Astorga comercio, riqueza y población.
Siempre guardaré gratitud a ese Diputado y a ese Senador (Eduardo Fernández y Luis Aznar) que supieron atender y cumplir, a mi total satisfacción, con unas de sus misiones en las Cortes de la Nación… representar a sus Alcaldes y a la Población de la Provincia que les votan y eligen.
En la política y en otros muchos campos de la vida uno toma el testigo en la labor pública de anteriores personas y lo deja a su vez a los que le sustituyen. Se, de primera mano, y por ello aquí lo digo, que la Cámara de Comercio de Astorga y su Presidente han seguido batallando en estos años en esa labor de lograr que el Eje Ferroviario Atlántico entre en España desde Galicia y a través de Astorga…
Es por ello que las últimas noticias que me han llegado de que nuestro Presidente autonómico sr Mañueco ha viajado a Portugal para promocionar (despreciando y orillando a Leon) el Eje Atlántico desde Oporto vía Salamanca y Valladolid me ha parecido un despropósito y un desprecio al trabajo hecho durante años por otras personas y entidades.
Astorga, León y todo el noroeste peninsular corren el grave peligro de perder este tren de progreso. Por supuesto que desde arriba se nos venderá la idea de que puede haber más ramales, que primero se hará el que pase desde Portugal o el que venga por el sur de Galicia hacia Benavente y luego veremos, cuando haya dinero, en el futuro el que se pensó en primer lugar (y parece que ya se abandona desde los gobiernos del PSOE y del PP), el que debería de entrar desde Galicia por El Bierzo, Astorga y León.
Bien; yo, les digo que no hay dinero ni medios para dos ejes ferroviarios atlánticos, solo se hará, al menos en las dos próximas generaciones, un solo eje.
Como ciudadano de a pie que ya no tengo afiliación política alguna, desde mi independencia de pensamiento, me pregunto ¿dónde está la Diputación de León y el Consejo Comarcal de El Bierzo? ¿Cómo representantes de los leoneses afectados les parece bien el viaje a Portugal de nuestro Presidente autonómico, Sr. Alfonso Mañueco? ¿Están de acuerdo? ¿Lo aplauden?
¿Dónde están nuestros diputados provinciales del PP y del PSOE en Madrid? ¿Acaso se limitan a esperar a ver que se les dice sobre este tema por sus jefes de grupo parlamentarios?
Uno reflexiona en que se nos seguirá diciendo, cada vez con la boca más pequeña, lo bien que está León en la presente Comunidad Autónoma de CyL, con un Presidente regional que promociona un eje ferroviario en detrimento de una de sus provincias, León, y en beneficio de un país vecino (el cual tiene todo el derecho legítimo a pelear por conseguirlo) y, como no, de San Valladolid, de la mano, claro está del actual señor Ministro de Transportes…para que luego digan que ya no hay acuerdos entre los grandes partidos nacionales…en este caso para seguir dejando de lado a León, con Galicia también…¿Alguien en el PP reflexiona en lo que esto supone?
Puede que esté equivocado y que, muy posiblemente, me falte información, pero los hechos son los hechos, la verdad es muy tozuda y como los ahogados siempre sale a flote…el tiempo, una década o menos, dirá cuan de equivocado o acertado estuve escribiendo estas líneas…
Y en León… ¿alguna reacción?… ninguna, los bueyes seguimos paciendo plácidamente viendo pasar el tren…
Arsenio García Fuertes
Doctor en Historia Contemporánea.
Maestria doctoral; didactica magistral y claridad meridiana.
El “balon” esta ahora en nuestro campo (el del pueblo) y se dirime con un voto…
Respuesta a la pregunta retorica sobre donde estan nuestros “mandatarios”: cobrando…
No he visto ningún tren de 750 m., ni en Francia ni en el Mediterráneo español, tirado por dos locomotoras. Todos llevan una. Y en alguna de las compañías privadas que operan en España, esa locomotora es una vieja y resistente 333 diésel alquilada a Renfe.